PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra redacción regional). El operativo se llevó a cabo ayer las 17:30 en una pista clandestina, que en realidad es un camino de acceso a una caseta de estancia, en medio de una plantación de soja en la colonia Rincón de Julio, que queda a cinco kilómetros de la línea fronteriza que separa Paraguay del Brasil, a 30 kilómetros del centro de Zanja Pytã y a 42 kilómetros de Pedro Juan Caballero, tomando como referencia la Municipalidad.
Al lugar también se puede llegar por el camino que lleva a la colonia Fortuna Guazú. Incluso, este tramo es de solo 33 kilómetros, pero el camino es más accidentado.
La investigación previa fue llevada a cabo por policías de la Unidad de Investigación Sensible (SIU), pero para la fase táctica contaron con el apoyo de los fusileros del Grupo Halcón de Kurusu de Hierro (creado para combatir al EPP) y de la Dirección de Policía de Amambay.
Según los datos, una avioneta procedente de Bolivia bajó en la corta pista de solo 600 metros. Como la zona ya estaba vigilada, los agentes aguardaron desde el monte que la nave empezara a descargar la droga e inmediatamente después se inició el asalto policial.
En la pista esperaban tres camionetas y una motocicleta. Cuando los traficantes notaron la presencia de los uniformados, simplemente abrieron fuego y trataron de escapar con su mercadería.
Sin embargo, los elementos de las fuerzas especiales respondieron a la hostilidad y neutralizaron las camionetas y la moto. Además, pudieron detener a dos de los estibadores que bajaron la cocaína de la avioneta.
Se trata de Edgar Daniel Torales (30 años) y Mario Neri López (41), este último nacido en Sanga Puitã, distrito de Ponta Porã, Brasil, y que queda frente a Zanja Pytã, Paraguay.
No llegó a descargar todo
El propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez, publicó ayer de tarde en su cuenta de Twitter un video de los vestigios de la balacera, que afectó al menos dos móviles de la Policía que quedaron perforados por los proyectiles.
Ya que la carga informada como requisada es de solo 150 kilos de cocaína, se cree que la avioneta boliviana no llegó a descargar todo el alijo.
Esto, teniendo en cuenta que los traficantes generalmente no salen de Bolivia con cargamentos inferiores a 250 o 300 kilos, porque el costo operativo sería casi igual al precio de la droga a ser vendida.