WASHINGTON (AFP, EFE). “El ensayo clínico abierto incluirá la participación de 45 adultos voluntarios saludables de entre 18 y 55 años durante aproximadamente seis semanas”, indicaron los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Otros países también están avanzando en sus proyectos para encontrar una vacuna.
Pero los participantes aún tendrán que pasar por diferentes fases para determinar si la vacuna es efectiva y segura.
Las autoridades estadounidenses han estimado que si todo sale según lo planeado, pasará entre un año o un año y medio antes de que la vacuna esté disponible.
La vacuna fue desarrollada por los científicos de NIH y la empresa de biotecnología Moderna, con sede en Cambridge, Massachusetts.
La Coalición para la Innovación en la Preparación de Epidemias (CEPI) también proporcionó fondos para la implementación de la prueba.
“Encontrar una vacuna segura y efectiva para prevenir la infección de SARS-CoV-2 es una prioridad de la salud pública”, declaró Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en iglés).
“Esta fase 1 del estudio, lanzada en un tiempo récord, es un paso importante para alcanzar este objetivo”, agregó.
De acuerdo al NIAID, la vacuna experimental ha tenido resultados prometedores en modelos animales, y esta es la primera vez que se prueba en humanos.
Los científicos han sido capaces de desarrollarla gracias a estudios previos sobre los coronavirus que ocasionaron las epidemias de SARS y MERS en el pasado.
Los coronavirus son esféricos y tienen picos sobresalientes en su superficie, lo que les da la apariencia de una corona. El pico se adhiere a las células humanas, permitiendo que el virus ingrese.
La candidata a vacuna de Moderna contiene la información genética para este pico en una sustancia llamada “ARN mensajero”.
Inyectar un ARN mensajero en un cuerpo humano hace que se desarrolle en el interior del cuerpo, desencadenando una respuesta inmune sin necesidad de infectar a la persona con el virus completo.
Apoyo financiero ante la crisis
Las potencias industriales del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) se comprometieron ayer a hacer “lo que sea necesario” para restablecer el crecimiento económico global, en caída libre por la pandemia de covid-19.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) “está preparado para movilizar” toda su capacidad de financiación, un billón de dólares, para ayudar a los países a encarar “el impacto económico y humanitario” de esta enfermedad, indicó su directora Kristalina Georgieva.