Casi cuatro horas después del inicio de los “caucus” en Iowa, donde unas 1.700 asambleas de electores se reunieron para nominar a su candidato, el Partido Demócrata dijo que se habían ordenado más controles tras detectarse “inconsistencias” en el reporte de resultados.
Aunque negaron “un hackeo o una intrusión”, los republicanos, incluido Donald Trump Jr, el hijo del presidente, se apresuraron a sugerir incompetencia o juego sucio por parte de los demócratas.
Al parecer, los retrasos pueden haberse exacerbado por las nuevas reglas instauradas después de las elecciones de 2016, que ahora requieren que los comités informen tres conjuntos de datos numéricos en lugar de uno.
A medida que la espera se prolongaba, los candidatos aprovecharon para dirigirse a los votantes con discursos televisados en vivo, en los que todos aseguraron haber superado las expectativas.
En Iowa, Bernie Sanders, del ala más de izquierda del partido era el favorito.