Canola, un cultivo rentable

En Itapúa Sur y Alto Paraná, la canola está en desarrollo, pero aún queda tiempo para sembrarla, según el Ing. Agrón. Nilson Osterlein, y se puede hacer hasta mitad de junio. Se estima que este año llegará a 30.000 hectáreas.

Un escarabajo recorre una planta de canola que todavía no tiene sus “silicuas”, que es donde se producen las semillas de este cultivo invernal y opcional.
A la izq. del camino, trigo en desarrollo, a la der. canola. Los productores realizan la rotación de cultivos, el denominado “monocultivo” no existe en este campo.
audima

La canola es un cultivo de invierno del cual se obtiene aceite con propiedades omega 3 y 6; además, de su expeler (resto de la extracción de aceite) se preparan raciones animales con alto valor proteico. El año pasado este cultivo ingresó al país unos US$ 19 millones por la venta de aproximadamente 70.000 toneladas.

Para este año se tiene previsto mantener la cantidad de hectáreas sembradas el año pasado (30.000), ya que debido a la pandemia no se pudo promocionar el cultivo; sin embargo, los productores saben que mientras el precio esté entre los US$ 270 y

US$ 300 la tonelada podrán salvar su costo y tener algunas ganancias.

Hasta mitad de junio

En muchas parcelas la canola ya está floreciendo y en otras está en etapa de desarrollo, pero la siembra se puede hacer hasta mitad de junio y su cosecha sería a mitad de octubre (4 meses) siempre que el clima ayude. Las zonas en donde existe la mayor concentración de siembra a nivel país son Alto Paraná Sur e Itapúa, pero también se está plantando en zonas como Campo 9, Curuguaty, también en Katuete y San Alberto, la mayoría como cultivo subsiguiente a la soja zafriña o el maíz.

50 por ciento de ganancia

Si hablamos de números, podemos señalar que un productor que tiene su propiedad, pero no cuenta con maquinarias para la siembra, cuidado (pulverización) y cosecha de la canola, su costo sería de US$ 300 por hectárea, y toda vez que el clima ayude podría cosechar 2.000 kilos, o sea obtendría US$ 600 por hectárea, y le sobraría US$ 300 si le sacamos el costo por hectárea, o sea, tendría una rentabilidad del 50 por ciento.

Comercialización

La canola es un comodity, o sea no tiene ningún valor agregado y puede ser comercializado de esa forma o como aceite o expeller, actualmente hay una interesante demanda del grano y mercados internacionales que desean adquirirlo. Uno de los principales mercados era Brasil; sin embargo, con la baja del real esto hace que los precios de venta no sean atractivos.

A Rusia

El año pasado, Rusia fue el principal comprador, pues llevó unas 30.000 toneladas, o sea la mitad de la producción de todo el país. Es importante que este año lleguemos nuevamente a las 60.000 o 70.000 toneladas en todo el país, pues así cumpliremos los compromisos asumidos y mantendremos el mercado ruso.

Plantas de procesamiento

La Cooperativa de Producción Agropecuaria Naranjal en Alto Paraná (Copronar) y la firma Oleaginosas Raatz en Itapúa, son las principales acopiadoras, convierten el producto en aceite y expeler.

En lo referente a exportación, se estima que el 50 por ciento de la producción va al exterior y un 50 por ciento se utiliza a nivel nacional. Eco Trading es otra firma que adquiere las semillas y las comercializa.

No transgénico

Otro punto a favor de la producción de la canola es que además de ser un cultivo alternativo en invierno, el mismo es bastante rústico y adaptado a nuestro clima, y durante su desarrollo no necesita de inversiones importantes para el control de plagas y enfermedades, además, las semillas que se utilizan son híbridas no transgénicas.

La canola se utiliza para la rotación de cultivos con el trigo, o sea, una parcela en donde se plantó trigo un año, al próximo puede recibir canola sin problemas, porque ayuda a combatir enfermedades que atacan al trigo.

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