Regresan al país sin trabajo y sufren una feroz discriminación

Se fueron por falta de oportunidades en Paraguay, en busca de un mejor porvenir para sus familias. Hoy, ante los coletazos económicos del coronavirus, regresan a la patria que los vio nacer, sin empleo, con incertidumbre y en lugar de bienvenida, son recibidos con una gran discriminación por parte de otros paraguayos.

Los paraguayos que retornan del extranjero son llevados a los albergues, en donde permanecen por dos semanas de “cuarentena”. Muchos de ellos vienen sanos y en estos lugares se contagian del covid-19. Aun así, miles están en espera para regresar al país.
EL RETORNO EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
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ESTUDIANTE: “Todavía no sé lo qué haré”

Evelyn Santacruz es una joven estudiante de Gestión de la Hospitalidad en nuestro país que renunció a un puesto laboral que tenía en un local gastronómico para poder hacer un intercambio universitario, trabajo incluido, en Utah, Estados Unidos.

Estuvo allá por 5 meses, hasta marzo pasado, trabajando en un resort como parte del programa de estudios. Al regresar al país y estuvo haciendo cuarentena en Academil. Hace unos días abandonó el albergue, con diagnóstico negativo, y ahora enfrenta duros días, gracias a lo que pudo ahorrar durante su experiencia estadounidense.

Respecto a su futuro dijo que tratará de encontrar alguna opción de estudio, porque su universidad está cerrada por las medidas anti covid-19 adoptadas por el Gobierno, y en cuanto al tema laboral dijo “todavía no se lo que haré”.

CIRUGÍA GRATUITA: Un calvario por operar a su hija

Sonia Alvarenga fue a la Argentina para operar a su nena de 8 años, por adenoides. Embarazada de 7 meses, viajó a Buenos Aires desde Caaguazú, el 17 de febrero pasado. “Acá la cirugía es muy cara. Era más conveniente llevarla a Argentina, donde es gratis”, confiesa. Estando allá realizó las primeras consultas, pero todo se truncó por la cuarentena.

Sin dinero y sin documentos, Sonia vivió un calvario estando allá. Por suerte contó con la ayuda de un funcionario del Consulado de la Plata, para retornar al país. Pero al volver, hizo la cuarentena en un albergue en Capiatá. “No fue nada agradable. Había muchas carencias”, recuerda. Hoy, ya está de nuevo en su hogar, esperando el nacimiento de su bebé y poder operar a su hija.

VERÁ QUE HACER: “Discriminación duele mucho”

Cuando llegamos a la frontera, en el Puente de la Amistad nos sentimos rechazados por la sociedad, la discriminación duele mucho. Nos fuimos a buscar mejores oportunidades que aquí no encontrábamos, nos dice un joven debidamente identificado en ABC Cardinal al que llamamos Jorge.

Tuve que dejar la facultad porque la situación no daba para continuar. Busqué trabajo para ayudar en la casa, pero lo que conseguí no era mucho y me fui hace unos meses a trabajar a Brasil, relata. La mayoría se fue por necesidad. Ahora regresaron familias completas que estaban haciendo su vida allá. Trabajaban en shoppings, construcción, talleres de costura, en muchas cosas. Podíamos enviar algo de dinero, algunos incluso pudieron ahorrar algo, porque aquí no se puede emprender nada sin dinero. Todos pensamos regresar algún día. Ahora tenemos que ver qué hacer, finalizó.

CORONEL OVIEDO: Va a repartir su CV al salir del albergue

CIUDAD DEL ESTE (Tereza Fretes Alonso, corresponsal). La incertidumbre de quienes ahora están en los albergues de cuarentena, al volver del exterior, no es solo sobre su salud sino les espera un futuro incierto en cuanto al ámbito laboral. Édgar es el nombre que le dimos a un joven de 27, que si bien se identificó a nuestro medio prefiere mantenerse en reserva, por el temor a la discriminación que sufren.

El joven es de Coronel Oviedo y está cumpliendo cuarentena en uno de los albergues de esta ciudad. Contó que estuvo durante dos meses en la ciudad de San Pablo - Brasil, donde trabajaba en costura. Todo parecía bien, hasta enviaba G. 1.500.00 al mes para su ahorro, pero cuando se inició la pandemia, él y otros seis paraguayos se quedaron sin trabajo al cerrarse el taller de costura donde estaban.

Dijo que miles de paraguayos incluso viven en precarias condiciones en dicha ciudad, pero que por fortuna tenía familiares y no pasó malos momentos. En cuanto a su planes señaló que una vez que salga del albergue va empezar a repartir su currículo en busca de trabajo.

ING. ELÉCTRICO: “Situación es grave”

Un ingeniero (eléctrico) de nacionalidad paraguaya, que vive en Foz de Yguazú, con su familia, en comunicación telefónica, explicó que normalmente cruzaba cada día el Puente de la Amistad para trabajar en Ciudad del Este, pero actualmente vive separado temporalmente de su hogar, por el cierre de frontera establecido por el Gobierno para detener el avance del covid-19.

Dijo que en el último cruce de frontera que hizo quedó en cuarentena y ahora dio positivo al coronavirus, al parecer contagiado en el albergue. El mismo no quiso opinar, pero insistido dijo que su preocupación es por la gran incertidumbre laboral y familiar que se cierne sobre una gran cantidad de personas, que están en situación parecida a la suya.

Estimó que entre CDE, Salto del Guairá, Catueté, Santa Rita, San Alberto, entre otros, existirían unas 20.000 personas que semanalmente cruzaban los lunes para trabajar en Paraguay, y regresaban los viernes al Brasil. Además, que muchos grandes comercios no podrían aguantar más meses de pago de sueldos sin que puedan vender sus mercaderías, por lo que la situación es realmente grave, dijo.

3.500 QUIEREN RETORNAR: Se necesitan más albergues

“Necesitamos más albergues y centros adonde puedan ir los compatriotas que quieren retornar”, dijo el ministro asesor de Asuntos Internacionales, Federico González. Hasta el momento, se sabe que 3.500 compatriotas están registrados en los consulados alrededor del mundo, con necesidad de regresar al Paraguay. “Y nosotros tenemos la necesidad de proporcionarles un lugar digno para que puedan regresar a su país. Solicitamos a la ciudadanía que tengan en cuenta y consideración a esta situación. Son hermanos paraguayos que tienen el derecho y piden volver al Paraguay. Pero necesitamos contar con más lugares para que lo puedan hacer”, manifestó.

Reflexionó además que “el hecho de haber dado positivo al test del covid-19 no los convierte en enemigos”.

El miércoles 13 de mayo pasado se inició una nueva fase con la participación del sector privado a través de 11 hoteles salud.

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