En la primera depuración realizada en abril último ya se habían excluido a unas 12.000 personas inscriptas porque no reunían las condiciones establecidas para ser beneficiarios del programa. De acuerdo a los datos, aparecían por ejemplo nombres que no eran trabajadores en situación de informalidad sino con capacidad económica o parientes de políticos, autoridades municipales y otros que, evidentemente, antes que necesidades registran un buen pasar.
Las autoridades habían señalado que todos los casos irregulares serían denunciados ante la Fiscalía. Esto que fue detectado en el programa Pytyvõ también aconteció con el otro programa de ayuda, Ñangareko, donde fueron detectados fallecidos y personas privadas de su libertad. Este programa abonó G. 500.000 de subsidio a personas vulnerables, también afectadas por el covid-19.