La Secretaria General del MTESS, Sara Soledad Rivas, tenía un salario de G. 11.300.000, con rango de “directora”, pero la ministra Carla Bacigalupo decidió su ascenso a “directora general”, con lo que la suma ascendió a G. 17.500.000, de acuerdo con documentos a los que accedió ABC.
Por su parte, Nilda María Ferreira Fleitas también fue recategorizada de “jefa” a “directora” en el área de Talento Humano de la cartera, con lo que de G. 6 millones pasó a ganar G. 11.300.000 más bonificaciones.
La expareja de Sara Rivas, con quien todavía tiene vinculación parental (es padre de su hijo), el señor Ariel José Caballero, también fue beneficiado por la gestión de Bacigalupo y, al igual que en los casos anteriores, sin haber hecho ningún concurso de méritos y aptitudes. Se le nombró como funcionario permanente para desempañar tareas en el Centro Tecnológico de Avanzada de la gerencia de acción formativa del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), con un salario de G. 6.500.000.
El listado no termina allí. El MTESS también contrató como directora a la señora Viviana Bonino Martínez, con salario más bonificaciones que superan en total los G. 15 millones. Su cargo es “directora de Familia Profesional, Imagen, Sonido y Comunicación” (sic), dependiente de la gerencia técnica del SNPP.
Incluso, una serie de contratos “por excepción” de auxiliares administrativos y asistentes, en pleno año de crisis económica y pese a que el SNPP ya cuenta hoy con 1.945 funcionarios; el ministerio, 433; y Sinafocal, 227.
De acuerdo con los datos a los que pudimos acceder, todas estas recategorizaciones salariales y contratos se decidieron entre febrero y abril, a pesar del decreto presidencial 2180/20 que establece la racionalización en el Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN 2020), incluso desoyendo recomendaciones adversas que recibió la cartera por parte del Equipo Económico, sobre los casos de contratación por excepción.
MTESS alega “discrecionalidad”
Nuestro diario se comunicó con la ministra Carla Bacigalupo para hablar sobre el tema y ella nos derivó con el viceministro de Trabajo, Luis Orué, quien argumentó que la cartera tiene la “discrecionalidad” para realizar las designaciones de referencia.
En el caso de Viviana Bonino, Orué dijo que la contrataron como “asesora de prensa”. Fue un “contrato por excepción”, una modalidad de contrato sin concurso que rige desde el año 2015 a partir de una ley, pero que en este ejercicio fiscal va hasta fin de año (y que en la práctica ha servido para contratar y recontratar sin concurso a operadores políticos y amigos).
Cuando le preguntamos quién pidió contratar a Bonino (de modo a saber qué se argumentó sobre la supuesta necesidad de contar con sus servicios), respondió que no sabría precisar ese dato. En el área de prensa, nada se sabe de las funciones de la “asesora”, quien ni siquiera se encuentra en el grupo de WhatsApp de prensa del MTESS.
Sobre Ariel Caballero, el viceministro explicó que se trata de un ingeniero agrónomo, con capacitación en el exterior y varios títulos. Le dieron un “cargo de confianza”. Alegó que el ministerio está “fortaleciendo las áreas de la escuela rural” y que el funcionario en cuestión está yendo a trabajar a los diferentes departamentos. No obstante, cuando le insistimos si a él le consta que está viajando al interior, en plena cuarentena por la pandemia, respondió que no, pero insistió en que se están llevando a cabo capacitaciones.
En cuanto a Nilda Ferreira, lo argumentado fue que le dieron un cargo de confianza por ser “funcionaria antigua” que desempeña buen trabajo. Le dieron el cargo que tenía Noemí Rodríguez, una funcionaria que tuvo problemas por aparente falsificación de título. En conversación con nuestro diario, Ferreira explicó ayer que desempeña sus funciones dentro de la Dirección General de Talento Humano y también tiene tareas relacionadas al SNPP y Sinafocal.
Tienen cupo para 300 contratos ¡sin concurso!
Sobre los contratos por excepción llevados adelante por el MTESS, la funcionaria confirmó que, pese al rechazo del Equipo Económico, la cartera contrató sin concurso, apelando a la mencionada modalidad. Alegó que el ministerio tiene un cupo de unos 300 cargos en esa categoría y que puede disponer de ellos. El Equipo Económico solo puede rechazar cuando se solicitan nuevos cargos, que fue lo que pasó, según contó.
Vale decir: Bacigalupo quería aumentar la cantidad de cupos de “contratos por excepción al concurso de méritos” para designar a más personas en pleno año de crisis.
Finalmente, acerca de la secretaria general, la señora Sara Rivas, la explicación que dio el viceministro Orué es que ella ingresó con la actual administración, sin embargo, se encontraron que en ese momento no estaba el rubro de directora general, que corresponde a dicho cargo de confianza.
Lo que pasó, de acuerdo con las explicaciones, es que las personas que estaban en los cargos de confianza en el gobierno de Horacio Cartes hicieron el traslado de línea, de “cargo de confianza” a ser “cargos permanentes”. Se informó al respecto a Hacienda, que confirmó la irregularidad, y recién cuando se subsanó se le pudo otorgar a Rivas la dirección general.
Rivas aclaró a ABC que Caballero es el padre de su hijo, pero que no es su esposo ni tiene vínculo personal con él, por lo que su contrato responde directamente a la disposición de la máxima instancia de la cartera, que tiene la discrecionalidad de realizar las asignaciones en cargos de confianza.
Discrecionalidad sí, no arbitrariedad
En los casos de cargos de confianza, los ministros o titulares de entes tienen la potestad de designar funcionarios, pero “discrecionalidad” no significa arbitrariedad. Es por eso que funcionarios del SNPP, que pidieron no ser identificados, confirmaron a ABC todos los datos descriptos sobre ascensos sin concurso, contratos sin rendir examen de méritos, y comentaron el descontento generalizado entre los trabajadores permanentes. Incluso, docentes del SNPP lamentaron que mientras a ellos se les pidió el recorte de salario, a otros se contrata con asignaciones millonarias y en dudosos cargos.