Una crónica de los hechos, por cierto violatorios del Art. XIII del Tratado de Yacyretá, narrados por el asesor de la dirección paraguaya de la entidad binacional, Ing. Juan José Encina, incorpora los siguientes datos: a las 11:00 de ayer, Yacyretá generaba con 2.208 MW. La ANDE utilizaba el 49% de la potencia que le corresponde en la central Yacyretá. Argentina, por su parte, vendía al Brasil el 42% de la parte que le corresponde en la central; y lo llamativo, aunque siempre denunciado, “… el 81% de la cesión de la energía de Paraguay se va al Brasil, y ni siquiera pagan por ella”.
El domingo último, en un trabajo que publicó en ABC Color, Suplemento Económico, el técnico compatriota denunciaba la siguiente irregularidad: “… a la fecha, la Argentina le debe al Paraguay por la cesión de energía de los años 2018, 2019 y 2020 el importe de US$ 85 millones, desde diciembre de 2028 a febrero de este año”.
Debe especificarse, empero, que estos montos corresponden a la escala establecida en la Nota Reversal de enero de 1992, cuya vigencia es sostenida unilateralmente por nuestros socios, debido a que el Legislativo Nacional impugnó su validez tres años después. También, que si aplicase el Anexo C, aún vigente, del Tratado de Yacyretá que rige desde marzo de 1974, los montos denominados –con grandilocuencia– “compensación” serían muy superiores.
Otro especialista compatriota del sector eléctrico nacional, el ingeniero Axel Benítez, inclaudicable observador de lo actuado en las binacionales, apuntó ayer en un foro de ingenieros cuanto sigue: “Estuve calculando que en siete días, desde el 10/03 hasta el 16/03… tenemos (entregados por Argentina al Brasil) 38,3 GWh (1 GWh = 1.000 MWh), (por) más de US$ 16 millones.
Se inquirió al ingeniero Encina si el valor unitario de venta de la energía de Yacyretá al Brasil por parte de Argentina sigue en US$ 140/MWh, a lo que respondió que se mantenía hasta el viernes último, según la ONS del Brasil”, y reiteró otro valioso dato.
El precio de la energía uruguaya ronda los US$ 200/MW, hecho que explica la sostenida preferencia brasileña por la energía de Yacyretá. “Es tan bueno el negocio para la Argentina, que inclusive aumentó el uso de la generación térmica para cubrir su consumo interno y, así, aprovechar los altos precios en el Brasil”, enfatizó el ingeniero Encina.
Tremenda ganancia a costilla nuestra
El lado argentino, que está obligado a pagar a nuestro país alrededor de US$ 9 el megavatio hora por la cesión, estaría percibiendo un precio unitario por nuestra energía de US$ 140/MWh, lo que representa una ganancia fenomenal para nuestro socio condómino. Esto, además, denota que a Brasil, a pesar de que tiene el doble de capacidad de generación de la energía que utiliza, le sale más caro usar su propia energía, o no es constante, razón por la cual importa de Argentina y Uruguay, de acuerdo a la explicación dada anteriormente por el ingeniero Juan José Encina. Agregó que en este momento Brasil dejó de importar electricidad del Uruguay porque su precio ronda los US$ 200/MWh.