En el primer caso, US$ 190,047 millones corresponden a royalties, una suerte del alquiler que paga la entidad binacional a los propietarios del río Paraná por
el aprovechamiento de sus aguas en la generación de electricidad (50% al Paraguay y al 50% Brasil).
Estos recursos tienen como destino las arcas fiscales, que luego son redistribuidos entre municipalidades, gobernaciones y el Presupuesto de Gastos de la Nación).
En lo concerniente al otro pago que realiza Itaipú, también a las Altas Partes Contratantes, en este caso específicamente a la ANDE, de US$ 38,813 millones en los nueve primeros meses del año, pese a que el informe oficial no los discrimina, son: utilidad por capital y “a título de resarcimiento de las por cargas de administración y supervisión relacionados con Itaipú”.
En el material informativo de las oficinas paraguayas de la entidad binacional se consigna igualmente como parte de la “transferencia” que hizo la binacional al Estado paraguayo la “compensación por cesión de energía”, en definitiva el precio que nos paga Brasil por aprovecharse de la parte que la ANDE no retira de Itaipú.
Reiteremos que la parte cedida constituye hoy alrededor del 70% de la energía paraguaya en Itaipú y que el promedio cedido en los últimos 33 años fue del 93%.
Este concepto, desde el 28 de enero de 1986 (DM/T/N.R.N°4), gracias a la presión paraguaya, fue excluido del costo de Itaipú, razón por la cual hoy lo paga el usuario brasileño de la energía. Su valor unitario para nuestro país ronda apenas los US$ 9/MWh.