Con la imposibilidad de salir, las transmisiones en línea (lives, en inglés) están más vivas que nunca. A través de Instagram, el guitarrista y compositor Pedro Martínez y la bajista y contrabajista Paula Rodríguez conversaron en vivo sobre música paraguaya. La interacción con los participantes, quienes dejaban preguntas o comentarios, derivó incluso en un debate.
Luego de este enlace, cada uno empezó a generar más entrevistas por su lado. Paula realizó conversatorios sobre bajo con la chilena América Paz y el peruano Óscar Stagnaro, y sobre la música hecha por mujeres con la guitarrista y productora argentina Lucy Patané. En tanto Pedro inició una serie de diálogos con actores de varias generaciones de la escena de la guitarra y el requinto de nuestro país como Edu Martínez, Juan Vera Esquivel y Panchi Duarte.
Así, Rodríguez y Martínez son solo algunos ejemplos de la variedad de “lives” que pueden encontrarse hoy día en redes sociales.
Contribución para todos
Tras ver las transmisiones del músico y productor argentino Tweety González con productores, músicos u otras personas relacionadas al ambientes musical, Paula tuvo la idea de compartir también sus experiencias, porque notó que con esos videos aprendió o se sintió identificada con muchas cosas. “Me propuse a hacer lo mismo porque sentí esa necesidad de contribuir y compartir de alguna manera, desde donde me toca, experiencias y enseñanzas conversando con colegas amigos y profesionales que admiro, con otra gente interesada en las diferentes aristas que ofrece el campo musical y que normalmente no podría acceder a una charla o entrevista en vivo”, comentó la artista, quien destacó las posibilidades que ofrece la tranmisión en vivo, pues la gente puede interactuar con preguntas y respuestas.
Por su parte, Pedro contó que ya hace tiempo tenía la idea de realizar las mencionadas conversaciones con otros referentes de las seis cuerdas. El guitarrista observó además que si bien “sin duda es súper saludable toda información que llega”, al comienzo de la cuarentena hubo como “una saturación” de transmisiones, pero que ahora se está “normalizando”. Igualmente consideró que solían haber videos de personas “hablando de manera aleatoria o muy suelta” y que “pocas eran las transmisiones en vivo que trataban sobre asuntos específicos, claros” y que vio, pero no tanto, “una serie de cosas que traten siempre sobre un mismo asunto”.
Rodríguez, quien también enseña, consideró que, de ahora en más, “absolutamente” este podría ser un modelo sostenido en el tiempo y que funcione como un complemento de las clases prácticas. “Sin dudas”, concordó también Martínez sobre dicha afirmación, y añadió que es un “desafío” para quienes ejercen la docencia en cualquier área.
El guitarrista, quien enseña Licenciatura en Música en la Universidad Nacional de Asunción y del Este, señaló la importancia de entender las diferencias entre la educación a distancia, donde “la clase es presencial pero online”, y “la educación online que es otra cosa”. En ese sentido, afirmó que las clases no se deben suspender sino que hay que fortalecer factores como “acceso a internet seguro y estable” y “ofrecer las herramientas” para que las clases puedan funcionar.
Asimismo, el músico reconoció que esta situación tomó por sorpresa a todos, y “nos exigió que nos adaptemos en todas las áreas”. Dijo además que si bien “ya existían estos medios” ahora sí están “para quedarse”.
Estado solidario y compromiso ciudadano
Los músicos observaron también la situación general que atraviesa la industria musical a raíz del paro total de actividades y aportaron sus reflexiones. Aunque conversar sobre esto es un asunto “delicado y largo”, al decir de Martínez, el artista subrayó que lo ocurrido hizo notar dos temas importantes: el reconocer que “el estado realmente importa” y, por otro, la necesidad de que los músicos se agremien.
Sobre el primer punto pensó que nada de esto es una cuestión ideológica, sino que hay que verlor desde “un sentido social”. Para el músico “caen al piso” los dichos de quienes expresaban que “no tiene que haber tanta intervención del estado”, y en ese marco planteó que “necesitamos de un estado solidario, consciente y regulado, pero sobre todo social, entendiéndonos como un grupo”.
En cuanto al sector de la música, señaló que sintió una “falta de liderazgo y de presencia” de instituciones como APA, AIE y SGP “en un momento de accionar ciertas cosas”. Pero aceptó que eso también “fue un llamado de atención para todos nosotros los músicos, primero para estar atentos a los líderes que escogemos en las asociaciones y por la falta de agremiarnos, de tener una representatividad ante el estado y que podamos exigir como grupo”. Martínez consideró que la escena musical genera “mucho dinero” y que está dentro de una “cadena de producción” que es importante que “se entienda dentro del plan económico”.
Entonces, para que el sector se pueda sostener luego de haber atravesado esta crisis, consideró que como ciudadanos hay que “exigir cosas, trabajar y accionar”, y como actores del sector musical hay que “trabajar en conjunto”.
Al respecto de la escena que integra, el de la música independiente, sostuvo que pensar a la industria desde el trabajo de los grandes sellos como, citó ejemplos: “Warner” o “Sony”, es algo que “daña a la industria”. Explicó que esta industria “tiene que ser mucho más horizontal”, porque o si no el hecho de “empezar a conglomerar o a tener control de medios de comunicación, de espacios, vuelve a generar lo mismo que sucede en ese sistema capitalista donde son beneficiados unos pocos y el resto no”. Allí aclaró referirse al hecho de que la distribución de ganancias sea “más equitativa”. “Me hace pensar porqué un futbolista tiene que ganar tanto, siendo que un docente o un médico gana muchísimo menos. Nuestros valores tienen que cambiar y en la escena de la música también, en relación al valor económico de las cosas”, explicó.
Situación delicada
Rodríguez abordó la problemática desde la fragilidad del sector musical donde “la mayoría vive del día a día, desprotegidos, en especial los adultos mayores, folcloristas donde en ocasiones ni siquiera hacen uso de las redes”. Por ende para ella piensa que la ayuda que “pueda o quiera brindar el gobierno al sector musical es de vital importancia”, pero advirtió que a partir de eso hay que “plantear y replantear leyes o estatutos que permitan proteger a los artistas”.
La instrumentista sugirió también que las entidades de gestión como APA, Dinapi, AIE, “faciliten las formas de registro de obras de músicos, intérpretes, compositores”, por ejemplo ofreciendo una “tarifa de inscripción gratuita o mínima, sin tanta burocracia y trabas a la hora del registro” para así tener derecho a regalías.
Desde el lado de la propia escena, Paula consideró que cada uno, de acuerdo a sus posibilidades, puede “seguir componiendo desde casa, estudiando, estando atentos e inscribirse y aplicar a convocatorias que ofrecen ayudas económicas para proyectos musicales”. También expuso que es posible “ofrecer clases o sesiones de grabación”. En ese sentido reconoció que es necesario “interiorizarse más en el uso de las redes para que sea rentable” lo que uno proponga realizar.