Cabe resaltar que Alfredo Quiroz culminó en París una residencia artística en la Cité Internationale des Arts, una fundación que acoge a artistas de diferentes nacionalidades. Él pudo acceder a esta experiencia gracias a que ganó la primera edición del premio de fotografía “Hippolyte Bayard”, impulsado por El Ojo Salvaje en conjunto con la Embajada de Francia en Paraguay y la Alianza Francesa.
Aprovechando la oportunidad de estar en París, Quiroz presentará la mencionada muestra fotográfica en tres espacios de la ciudad. Según la explicación hecha por el escritor Damián Cabrera, “el ensayo indaga en aspectos temáticos y conceptuales –vinculados, respectivamente, a la Guerra contra la Triple Alianza, y a la prevalencia de las identidades–, así como a medios históricos y torsiones contemporáneas asociadas a la imagen fotográfica”.
Quiroz mencionó que ahondó acerca de la idea de la serie fotográfica, detallando que es “una investigación sobre los acontencimientos relacionados a la Guerra de la Triple Alianza organizada alrededor de la estética del siglo XIX, en el cual muchos soldados se retrataban en pequeños formatos de fotografía llamada: carte de visite”.
“Trabajé sobre imágenes fotográficas de archivo y las volví a fotografiar”, explicó, además de destacar que trató de “evitar el peligro del simple trabajo de memoria sobre el periodo trágico del Paraguay, insertando en la imagen personajes con uniformes militares actuales que hacen del relato que lo arraiguen al presente para revelar otras verdades y cuestionar sobre la lectura lineal de la historia”.
El artista mencionó además que para este trabajo obtuvo la ayuda de muchas personas a quienes agradece, como “amigos, historiadores, artistas e intelectuales”. Indicó, asimismo, que todo el trabajo le llevó más de un año de realización.
El objetivo del ensayo es “reflexionar acerca de la guerra considerada desde sus faltas y desde las técnicas de estas imágenes fotográficas. Un punto de partida son las “carte de visite”, artefactos decimonónicos acompañados de registros fotográficos. La investigación se completa con fotografías de los archivos de Río de Janeiro y del Archivo Nacional de Asunción”, menciona también Cabrera en su texto.
La libertad del arte
Para Quiroz, si bien “el desarrollo artístico no depende del lugar o de la cantidad de personas que vean sus obras”, es “interesante” que se puedan mostrar “obras y puntos de vista manifestados a través del arte en una capital como París”.
Una de las razones de esa consideración es porque los franceses podrán así conocer “la mirada artística de un paraguayo, de la cual ellos tienen mucho desconocimiento”, señaló el artista.
Mientras que para él es importante porque es una posibilidad de exponer su serie fotográfica sobre la Guerra de la Triple Alianza en París, “ciudad que tuvo mucha relación con eventos relacionados a ella”. Indicó que esta oportunidad le llena de alegría porque “para muchos es una guerra desconocida”. Destacó que “el título de la exposición en una de las galerías se llama así: “Une guerre oubliée” (Una guerra olvidada).
El artista visual también reflexionó acerca de cómo un tema como una guerra pueda reflexionarse desde el arte. Consultado sobre la censura que recibió una de sus obras en un centro comercial de Paraguay, el año pasado, resaltó que “es importante entender que el arte no es solo un elemento decorativo, sino que trabaja zonas sensibles de la imaginación que pueden resultar perturbadoras, así también formaliza experiencias a veces complicadas de catalogar en términos ordinarios”.
“Muchas obras abordan aquello que socialmente se suele esconder o esquivar, como lo abyecto, lo grotesco, lo extremo, lo imposible, lo frágil y lo profundo, contenidos intensos que cuestionan la normatividad instituida buscando intensificar el sentido social”, profundizó Alfredo.
Asimismo, manifestó que la censura que la cual había sido objeto su obra “encaja perfectamente con lo que dice Pedro Azara: “cualquier obra puede ser juzgada perversa o santificable, según los ojos que la miran. La perversión está en la mirada de quien juzga perversa una obra y no en la obra misma”.
“Considero que el arte se mueve en un ámbito de libertad, de creación y de expresión, y se encuentra provisto de irrenunciable dignidad expresiva. Por lo tanto, si un espacio (como lo era el centro comercial) dispuesto a exponer obras de arte, no reúne las condiciones de amplitud de criterios como para albergar tales obras, debería tomar una de dos direcciones: o bien advertir a ciertas personas o grupos (niños o adolescentes) que tengan acceso a obras consideradas “inadecuadas”, o bien no dedicarse a la exposición de piezas de arte que son, por definición, imprevisibles en sus contenidos y sus alcances”, afirmó también el artista.
Recordemos que la obra “Todo el mundo daña”, de Alfredo Quiroz, fue retirada de la muestra “París en Asunción”, que se habilitó en el Paseo La Galería en julio pasado, con la participación de los ganadores del Premio Matisse.
Más allá de esta experiencia, Alfredo celebra esta oportunidad de presentar sus obras en París, y además considera que son tiempos buenos para el arte en Paraguay, ya que “tenemos un gran desarrollo del arte y diferentes formas de expresión”. Consideró que “existen renombrados artistas que forman parte de nuestra historia cultural y un montón de jóvenes artistas con posiciones comprometidas, cine, teatro, música, artes visuales, fotografía, danza, literatura entre otros”.
Sobre las inauguraciones
Quiroz expondrá su serie fotográfica en tres espacios. El 15 de enero en el marco de un “open studio”, donde cada artista abre su taller y expone su trabajo, en la Cité Internationale des Arts. El 21 de enero será la inauguración en la galería parisina La Belle Hortense, y finalmente el 22 en la Embajada de Paraguay en París.
Es de destacar que el texto curatorial de la muestra estuvo a cargo de la historiadora Ana Barreto Valinotti, quien tituló su escrito “Entre loup et chien - El viaje y la ausencia”.