“Pajarito tiene esa alegría de vivir a pesar de, a pesar de las circunstancias que son mundiales. Creo que tenemos que aprender a vivir en nuestro nido, en nuestra casa con esa alegría de los pájaros, imaginando esa libertad de ser, de volar, y sobre todo en amor, mucho amor”, expresó la cantante acerca de esta canción nacida en medio del confinamiento, casi como una metáfora de la sensación de libertad.
Para la artista, la pandemia ha sido una experiencia para reconfigurarse y seguir explorando aplicaciones. “Así como estamos ahora hablando por Zoom, los artistas y en especial los músicos tuvimos que salir a cantar y apoyar a la gente a través de las plataformas, de Instagram, de Facebook”, añadió.
En este sentido, enfatizó que el arte “debe ser considerado una de las actividades esenciales, sobre todo para los periodos de confinamiento porque ayuda a la gente a pasar sus momentos en solitario, a transformarse, a transformar su espacio”.
La conexión con la naturaleza, con las raíces son un elementos muy presentes en las canciones de La Charo. La artista afirmó que “la pandemia nos ha puesto en nuestro lugar como seres humanos, porque debemos estar totalmente armónicos y en la misma sintonía que está nuestra naturaleza”.
“Replegarnos a nosotros ha significado también que la naturaleza se exprese, que los ríos y manantiales se limpien, que los cielos se vean estrellados, que los animales tomen de nuevo esos lugares que están asfaltados, industrializados, tan urbanizados y nos hemos dado cuenta cuál ha sido el avance atropellador de la humanidad a favor supuestamente de un progreso, pero el progreso tiene que ir acompañado por todos los cuidados ambientales”, acotó.
Cantos nativos
A principios del año pasado, Charo comenzó a trabajar con el Instituto Nacional de la Música de Argentina (Inamu) para la creación de una fonoteca de los cantos de pueblos originarios, afirmando que la iniciativa bien podría replicarse en otros países. Detalló que está trabajando con etnomusicólogos, antropólogos, músicos y músicas de las comunidades originarias, detallando que ya tienen digitalizados materiales guaraníes, del coro Toba Chelaapi, Sacham Wichí, música chaná y charrúa. “Vamos a extender a la música Huarpe, Tehuelche y así ir incorporando las canciones en lenguas ancestrales de Argentina”, detalló.
En cuanto a la mezcla de la música de los pueblos originarios con la electrónica, que destaca a Tonolec, el dúo que comparte con Diego Pérez, Charo asegura que se dio de manera muy natural. En este sentido, destaca la conexión cultural con Paraguay a través de la lengua guaraní. “Tengo mucho esto de las sin fronteras, de somos un mismo territorio porque tenemos culturas, costumbres que son muy parecidas, entre Argentina y Paraguay. Yo amo tanto a Clorinda y me siendo tan identificada con la cultura del Paraguay. En toda América Latina el Paraguay es el único territorio que tiene como lengua oficial una lengua ancestral y ¡qué importante es eso!”, remarcó.
Charo comenzó a cantar y componer en el año 2000. En esa búsqueda musical también apareció la tecnología, que asegura puede “renovar la mirada artística sobre lo que es nuestro patrimonio cultural”.
“Creo que las nuevas generaciones tenemos este desafío de modernizar nuestro patrimonio cultural, lo heredado y de construir nuevas herencias, nuevos patrimonios que tengan que ver con esta sociedad en la que estamos hoy, que es una sociedad de la comunicación, de la información, de las nuevas tecnologías. El artista es un reflejo de su tiempo, entonces tenemos que incorporar también estos nuevos sonidos, darle a la música electrónica todo lo orgánico que tiene el paisaje que habitamos”, añadió.
Vínculos familiares
La Charo afirmó ser tataranieta de un cacique guairaré y que por ello fluye en sus venas la sangre guaraní. Su aprendizaje de esta lengua, sin embargo, no se dio en su ciudad natal la cual tuvo que abandonar de niña, sino en el Centro Universitario de Idiomas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). “Yo me fui tan chiquita de Clorinda, donde la gente maneja el guaraní con mucho más fluidez, que para componer cantos en lengua guaraní y para interpretar bien los cantos ancestrales de las parcialidades ava guaraní y mbya guarani, yo tuve que acercarme al lenguaje a través de un estudio”, detalló.
Para aprender la lengua de los Qom el trabajo fue aún mayor, ya que la enseñanza de este idioma no está sistematizada como la del guaraní. “Tuve que hacerme de un diccionario Toba-Castellano, estudiar un poco ahí, ir con gente de la comunidad qom o toba y ver cómo eran las pronunciaciones, cómo se armaban las frases. Es un trabajo que me encanta”, expresó.
La artista recordó además los encuentros que ha tenido en suelo paraguayo con las comunidades Aché y Maka, y expresó su deseo de poder conectar con más artistas paraguayos. “Es una materia pendiente, apenas se abran las fronteras me gustaría enlazarme con los músicos y las cantoras del Paraguay, que creo es muy importante para tejer una red de músicas y de músicos de los diferentes países para apoyarnos y para potenciarnos mutuamente”, expresó.
Con la que sí trabajó es con la actriz paraguaya Loren Acuña, quien participó de la miniserie que protagonizó, “Soy Aimé”, inspirado en la vida de la cantante mapuche Aimé Painé. “La amo y la quiero a Loren Acuña. Es una gran referente de Paraguay, trabaja mucho aquí en la Argentina”, expresó. La serie se estrenó en marzo pasado a través de la plataforma Cont.Ar.
Actualmente la artista se encuentra abocada a la realización de su tercer disco como solista, en el que anticipa estará presente el guaraní. “La Charo es un canto a Latinoamérica, así que estoy haciendo una exploración por los ritmos que hay en nuestra América Latina y por las lenguas originarias”, remarcó.
“Les mando un cariño muy grande, un beso muy grande y a través de la música siempre seguir conectados. Los invito a escuchar ‘Pajarito’ y todas esas canciones que están subidas en las plataformas digitales, tanto del primer disco como el segundo y esperen que dentro de poquito sale el tercer disco con muchas más novedades”, concluyó.