La industria aceitera nacional se enfrenta a una realidad muy negativa, según analizó la Cappro, basándose en los resultados que arrojó la molienda en noviembre último. En ese mes procesaron 67.694 toneladas de oleaginosas, el volumen más bajo del que se tiene registro para el periodo. De esta forma, la molienda acumulada en el 2024 alcanzó las 2.642.056 toneladas, que implica una reducción de más de 200 mil toneladas (7% menos) con relación al mismo lapso del año pasado.
“Se consolida la disminución que veníamos advirtiendo en los últimos meses debido a las muy malas condiciones de competitividad que atraviesa la industria aceitera nacional”, subrayan los voceros de la cámara,
Los resultados de la molienda hasta noviembre implican una utilización del 60% de la capacidad para procesar en las industrias aceiteras. Aunque aún no dieron a conocer los datos del último mes del año, en el gremio se cree que se mantendrá el bajo nivel de actividad que viene registrándose, atendiendo que la disponibilidad de materia prima (soja) es prácticamente nula y las fábricas ya esperan la nueva zafra.
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Se resaltó que, además del freno a la molienda, la exportación de productos derivados de las oleaginosas alcanzó el peor registro de la década. Las divisas generadas por los envíos de aceite, harina y cascarilla de soja sumaron hasta noviembre US$ 988,99 millones, monto que representa el 24% de todos los ingresos generados por el complejo y “repite el récord negativo de ser el menor porcentaje que este indicador registró en la última década”, según el informe de la Cappro.
Instan a consolidar política industrial
La cámara hizo hincapié en que la situación crítica de las aceiteras contrasta con el buen desempeño de la producción primaria de las oleaginosas. Según las estimaciones, se cosecharon más de 10,7 millones de toneladas de soja este año, pero que no se tradujo en una mejoría para la agroindustria, que procesó solo el 25% de ese volumen, que implica una ociosidad cercana al 40% de su capacidad instalada.
En este contexto, desde Cappro se urgió la implementación de políticas que equilibren la competencia de las industrias locales con las fábricas del extranjero, comenzando con un tratamiento fiscal equitativo. Actualmente, las agroindustrias son las únicas que no tienen derecho a la devolución del IVA al exportar productos procesados.
A este escenario se suma la ausencia de un régimen de admisión temporaria, que permita aprovechar momentos específicos en los que resulte económicamente viable comprar soja de otros países y limitar así la ociosidad de la industria local, señaló el gremio.
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“Desde la Cappro estamos convencidos de que, con las condiciones adecuadas, Paraguay puede consolidarse como un líder a nivel global en el procesamiento de oleaginosas, generando alimentos y energía sostenible para el mundo”, añadieron.
¿Por qué es importante apostar a la industrialización?
Sandra Noguera, gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales, en conversación con ABC explicó que la consolidación del sector agroindustrial es crucial para el desarrollo paralelo de otros rubros, desde biocombustibles hasta balanceados para potenciar el sector avícola y porcino.
Recordó, en este sentido, que uno de los planes del Gobierno es convertir a Paraguay en “una capital de biocombustibles”, lo que requerirá de un sector agroindustrial fortalecido, que pueda proveer insumos esenciales como el “aceite crudo”. Enfatizó que el rubro de los balanceados es otro que puede aprovechar la producción de harina y otros derivados procesados de la soja.
“Si Paraguay quiere convertirse en un proveedor de alimentos de clase mundial, es crucial potenciar la agroindustria, porque es la ‘pata’ fundamental para que otros sectores se puedan desarrollar”, agregó.
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Ahora, el principal pedido del gremio es la consolidación de una política industrial, que permita a las aceiteras recuperar su competitividad y utilizar la totalidad de su capacidad instalada. “Esto incluso ayudará a aumentar el ingreso de divisas. La exportación de productos industrializados tiene más valor que el grano (la soja) en estado natural”, aseguró.