Previo al inicio del receso parlamentario, el Senado analizó este miércoles el proyecto de ley “Que modifica el artículo 15 de la Ley N° 2748/2005 de fomento de los biocombustibles”. Este cuestionado proyecto pretendía incentivar la producción de los biocombustibles, aunque en la práctica favorecía únicamente al etanol, exonerando el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los cañeros, a los productores, a los emblemas y a los consumidores del producto.
El proyecto de iniciativa del Senado ya fue rechazado en Diputados y ahora los senadores aceptaron el rechazo de la cuestionada modificación presentado por el senador Gustavo Leite (ANR, HC) y otros cartistas. El principal argumento en contra fue el dictamen del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que cuestionaba la reforma, explicando que el sistema tributario actual ya dispone de exoneraciones del IVA para los biocombustibles, por lo que establecer otro beneficio idéntico implicaría una “redundancia”.
“Los productores de biocombustibles pueden solicitar acogerse a los beneficios de la ley 60/90 de exoneración de impuesto aduanero a la importación de bienes de capital y materia prima. En tal sentido, tampoco correspondería aprobar las exoneraciones”, se destacó en el argumento que motivó el rechazo del Senado.
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La Cámara Paraguaya de Biocombustibles y Energías Renovables (Biocap) se mostró a favor del veto y argumentó que, desde el principio, la iniciativa carecía de “elementos clave para impulsar la industria de manera equitativa y alinearla con los compromisos ambientales del país”, según explicó su presidente Massimiliano Corsi.
Principales cuestionamientos
Corsi detalló que en ningún momento se dio participación al sector privado en el diseño de la modificación de la Ley N° 2748/2005 de fomento de los biocombustibles, pese a que concentra el 90% de toda la industria.
“En un segundo momento, se puede hacer un trabajo profundo y transversal de una normativa que tenga que prever no solo el fomento de un tipo de biocombustible, en este caso el etanol, sino todos y los del futuro. Además, debe reflejar las necesidades del pueblo y la industria”, subrayó.
Recordó que incluso mercados tan florecientes como el de etanol se podrían ver afectados como consecuencia de impulsar decisiones sin consenso. Instó así a un trabajo conjunto entre todas las partes (sector público y privado) para encarar las reformas necesarias.
“Para las inversiones en el sector de biocombustibles, se necesita de un marco regulatorio claro, que está en falta, pero debe ser fruto de un debate técnico y ampliamente consensuado”, remarcó.