La Industria Nacional del Cemento (INC), dirigida por Gerardo Guerrero Agusti, volvió a publicar un llamado bajo la modalidad de excepción, con urgencia impostergable y sin difusión previa, para adquirir clínker, el principal insumo para la producción de cemento.
La empresa estatal pretende adquirir un máximo de 20.000 toneladas del producto, por un precio de referencia de aproximadamente G. 18.000 millones, según los datos. La solicitud de compra fue realizada por la Gerencia Industrial, dirigida por el Ing. Diego Quintana.
La cementera estatal recibió las ofertas de los interesados el 3 de diciembre pasado, pero aún se desconoce cuáles son las firmas que presentaron sus propuestas o cuáles fueron adjudicadas, ya que la empresa no publicó documentos oficiales, como el acta de apertura de ofertas, la resolución de adjudicación, tampoco el contrato firmado, en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
Este nuevo llamado se realizó después de que, en setiembre de este año, la INC adjudicara, también por la vía de excepción, otra compra de 15.000 toneladas de este insumo para la producción de cemento, por G. 15.303 millones. En este caso, la adjudicataria fue la firma Yguazú Cementos, representada por Rubén Darío Bogarín Canale.
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Además, en octubre pasado, la INC publicó otra licitación para adquirir 40.000 toneladas de clínker, por G. 35.880 millones, pero en noviembre informó que cancelaría esta convocatoria debido a que no recibió “ofertas susceptibles de ser adjudicadas”, ya que recibió una propuesta, la de la empresa Agroindustrial Calpar S.A., por G. 42.480 millones. Esta cancelación aún no ha sido oficializada en el portal de la DNCP.
Compra de clínker evidencia el fracaso de la inversión de los bonos en la INC
Es llamativo que la INC continúe comprando clínker, hecho que pone de manifiesto el fracaso de la “inversión” de US$ 80 millones provenientes de la colocación de bonos soberanos en la estatal, tanto en su planta de Villeta como en la de Vallemí, realizada principalmente durante el Gobierno de Horacio Cartes.
Con esa inversión, la estatal debería estar produciendo suficiente clínker en Vallemí, donde dispone de piedra caliza para casi 1.000 años. Sin embargo, debido a su ineficiencia, sigue comprando el producto.
Como resultado de esta situación, la estatal no logra despachar las 90.000 bolsas de cemento por día, como había prometido, y, con suerte, solo entrega entre 35.000 y 50.000 bolsas diarias. En septiembre, se dio a conocer que la cementera adeudaba 2.000.000 de bolsas de cemento a sus clientes.
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La estatal admite que compra clínker para garantizar la producción
Rocío Segovia, gerente de la Unidad de Contrataciones de la cementera estatal, informó ante la consulta de ABC Color que la nueva adquisición de clínker se previó para garantizar la producción de cemento durante el período de paradas programadas del horno de Vallemí (donde se produce el insumo). De esta forma, admitió que la cementera no puede acumular suficiente clínker para continuar produciendo durante el mantenimiento del horno de Vallemí.
En este sentido mencionó que las paradas programadas del horno se realizarán entre febrero y marzo del próximo año. Respecto a las razones por las cuales se optó por la modalidad de excepción, señaló que los plazos de los procesos que afectan al presupuesto de este año permiten a la estatal recurrir a este tipo de contrataciones.
Cuando se le preguntó por qué era urgente esta compra, respondió: “Se está reactivando el flujo logístico de transporte de Vallemí a Villeta, a medida que el río recupera sus niveles, pero resulta prudente prever tener un volumen de materia prima en Villeta para cumplir con el despacho”.
Segovia insistió en que la producción de clínker está en niveles normales y que lo único que ha limitado su suministro fueron factores logísticos.