Polo comercial en zonas transfronterizas y su impacto en el desarrollo económico

En el contexto del desarrollo económico regional, las zonas transfronterizas de América Latina han sido señaladas como áreas clave para impulsar el comercio, la productividad y la integración regional. Para el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), estas áreas actúan como bisagras de desarrollo, dada su capacidad para potenciar tanto el comercio intra como extrarregional, y fomentar cadenas de valor que favorezcan un desarrollo integral. Sin embargo, alcanzar este potencial requiere un enfoque pragmático orientado a resultados, que contemple las dinámicas comerciales locales, integre sectores diversos y fomente la innovación en la gestión de planes de acción.

Encarnación, a sus atractivos turísticos actuales, suma su peso como polo comercial en la frontera.Archivo, ABC Color
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Un intercambio comercial más sólido y eficiente entre los países de la región podría ser determinante para incrementar la productividad y promover una integración regional más profunda. De acuerdo con el estudio de la CAF, solo el 15% del valor agregado de las exportaciones de América Latina proviene del comercio entre sus propios países, una cifra considerablemente baja en comparación con Europa, donde este porcentaje asciende al 50%. Esta disparidad se explica en gran medida por la naturaleza competitiva de las economías latinoamericanas, que siguen centradas en productos primarios en lugar de generar bienes con mayor valor agregado a través de la cooperación regional.

Paraguay ofrece un ejemplo claro del impacto del comercio transfronterizo en el desarrollo económico local. Las ciudades fronterizas como Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero y Encarnación han destacado históricamente por su dinamismo comercial. En estas localidades, el denominado “turismo de compras”, donde consumidores cruzan las fronteras para adquirir bienes específicos, ha sido un motor económico durante décadas.

Este modelo comercial permitió el despegue económico de las mencionadas ciudades, particularmente Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero, donde el comercio triangulado con Brasil y Argentina ha sido importante. Además del turismo de compras, estas zonas han desarrollado un ecosistema económico diversificado que incluye servicios educativos, de salud y consumo, fortaleciendo su importancia económica a nivel nacional.

Los últimos datos del Censo Económico Nacional revelaban que estos puntos concentraban más del 16% de las unidades económicas del país, una cifra significativa que refleja su peso en la economía paraguaya. Encarnación, Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero lideran este ranking, con Salto del Guairá también en la lista, aunque en menor medida. El panorama resalta la relevancia de las ciudades fronterizas no solo como centros comerciales, sino también como polos de desarrollo económico y social.

Reexportaciones en miles de US$

Desafíos y oportunidades para el comercio fronterizo

El Régimen de Reexportación del Turismo Comercial es una operación consistente en la reexportación de las mercaderías que ingresen al país para su posterior venta al turismo, en ciudades fronterizas y cabeceras departamentales. Bajo este sistema, los productos son transferidos desde recintos aduaneros o zonas francas por empresas habilitadas a operar en el régimen y cuyo destino exclusivo sea la comercialización a personas no residentes en Paraguay. De acuerdo con el reporte de Comercio Exterior dado a conocer por el Banco Central del Paraguay (BCP), las reexportaciones entre los años 2013 a 2023 pasaron de US$ 2.676 millones a US$ 4.377 millones, respectivamente con algunas fluctuaciones marcadas en determinados periodos, tal como se muestra en el gráfico.

A pesar de su importancia, el comercio fronterizo en Paraguay enfrenta desafíos estructurales que limitan su potencial. Los cambios en las condiciones económicas de los países vecinos, como Brasil y Argentina, han tenido un impacto directo en la actividad comercial de estas regiones. En respuesta, los últimos gobiernos han implementado medidas provisionales en materia fiscal y financiera para mitigar estos efectos. Sin embargo, las acciones se han mostrado insuficientes, subrayando la alta vulnerabilidad económica de las zonas fronterizas.

La dependencia de estas áreas respecto a los flujos comerciales transfronterizos las expone a choques externos, como las fluctuaciones en los tipos de cambio, las políticas fiscales de los países vecinos o las variaciones en la demanda. Para superar estas limitaciones, se requiere una estrategia integral que vaya más allá de medidas paliativas. Por tanto, es fundamental promover políticas que fomenten la diversificación económica, impulsen el valor agregado en los bienes comerciados y fortalezcan la infraestructura que conecta estas zonas con los mercados regionales.

* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.

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