Al igual que los demás países de América Latina, Paraguay atraviesa un proceso de transición demográfica rápida, sostenida e intensa, impulsado por cambios en la mortalidad, fecundidad y migraciones, uno de esos cambios justamente se refiere al envejecimiento de la población y los desafíos que tenemos para una atención integral. Este tema fue abordado ayer en la tercera Jornada Nacional de la Estadística “Oportunidades a partir de la nueva realidad demográfica en Paraguay”, organizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
Norma Medina, directora de Producción Técnica Estadística del INE detalló que las transformaciones en la estructura etaria de la población, que surgen del resultado del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022, ofrecen valiosas oportunidades socioeconómicas. Sin embargo, acotó que para capitalizarlas y promover un desarrollo sostenible, es necesario que el Estado, la sociedad civil y el sector privado implementen estrategias integrales y coordinadas.
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Detalló como ejemplo que a medida que la población vaya envejeciendo, se requerirán medidas integrales para atender las necesidades de esta franja, que hace 20 años atrás representaba apenas el 4,9% de la población total y actualmente llegan al 8,6%. Según estimaciones del INE, para dentro de unos 20 años más, esta franja ya representará el 13% de la población total.
Medina explicó que a medida que se desarrolla la transición demográfica, la disminución de la fecundidad da lugar a un período en el que el grupo de población menor a 15 años (económicamente dependiente) reduce su peso relativo en comparación con la población en edad laboral, mientras que la población adulta mayor sigue manteniendo un peso relativamente bajo.
Esta mayor proporción de personas en edad activa frente a la población económicamente dependiente (niñez y personas mayores) genera una oportunidad demográfica. No obstante, se trata de una oportunidad transitoria, ya que el aumento del número de personas adultas mayores, como parte del proceso de envejecimiento de la población, volverá a incrementar la dependencia demográfica.
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Desafíos de los cambios en la estructura poblacional
La directora General de Producción Técnica Estadística del INE detalló que el cambio en el peso absoluto y relativo de los grupos etarios (niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez) tiene implicancias en la asignación y composición de los recursos otorgados a la población a lo largo del ciclo de vida, tales como: vacunas, centros de cuidados, escuelas, puestos de trabajo, pensiones y jubilaciones, entre otros. De este modo, la remodelación etaria mencionada deriva en un envejecimiento poblacional que configura una nueva realidad demográfica.
Añadieron que el envejecimiento poblacional es un fenómeno global también presente en Paraguay, con incidencia tanto en las políticas sociales como económicas debido al aumento de requerimientos en seguridad económica, salud y cuidados, entre otros.
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Los expertos que disertaron ayer en el foro coincidieron que sin dudas es la transformación demográfica más importante de esta época que requiere de una agenda trasformadora e incluyente. Para aprovechar el actual bono demográfico, es esencial realizar mayores inversiones en infancia, adolescencia y juventud, así como fomentar la incorporación de la mujer al mercado laboral formal.
Esto no solo permitirá sacar el máximo provecho del bono demográfico actual, sino que también permitirá aspirar a un segundo bono demográfico, asociado a la longevidad de personas con alta productividad y una sociedad más equitativa