Las Mipymes emplean al 75% de la población ocupada en el Paraguay

Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) son unidades económicas que son catalogadas como tales de acuerdo con la cantidad de empleados y facturación. Así, las microempresas están formadas hasta por un máximo de 10 personas, en la que el propietario trabaja, personalmente, él o integrantes de su familia y cuya facturación anual sea de hasta G. 646.045.491. Se considera una pequeña empresa cuando su facturación alcance G. 3.230.227.453 y ocupe a un máximo de 30 trabajadores, mientras que las medianas deben llegar a ventas por G. 7.752.545.886 y emplear hasta a 50 trabajadores.

Población ocupada en Paraguay por tamaño de empresasArchivo, ABC Color
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La estructura productiva del país se centra en el comercio, la agricultura y el sector de servicios, con una dependencia de actividades informales y un limitado desarrollo industrial. Esta situación tiene un impacto directo en la composición del empleo en Paraguay, donde la mayoría de la población ocupada se encuentra en pequeñas y microempresas, tal como revelan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En promedio, las Mipymes emplean al 75% de la población ocupada del país. En el tercer trimestre de este 2024, de los 2.906.475 trabajadores, el 62,6% o alrededor de 1.819.000 personas se encontraban empleadas en una microempresa, el 8,8% o unos 255.000 en una pequeña y el 3,7% o aproximadamente 107.000 hombres y mujeres en una mediana empresa.

La distribución se mantiene constante a lo largo de los trimestres y años observados, lo que subraya la dependencia del mercado laboral paraguayo de las pequeñas unidades productivas. Las microempresas, que en muchos casos se configuran como negocios familiares o de autoempleo, son fundamentales para la economía, pero enfrentan desafíos significativos en términos de productividad, acceso a financiamiento y formalización limitando su capacidad para expandirse y seguir generando más fuentes de trabajo. En un contexto de alta informalidad, muchas de estas microempresas operan fuera del marco legal y carecen de los beneficios y protecciones que ofrece el empleo formal, como la seguridad social y el acceso a pensiones.

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Menor porcentaje, pero de igual importancia

Los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares Continúa (EPHC), correspondiente al Tercer Trimestre 2024 del INE, también revelaron que el 12,1% y el 7,3% de la población ocupada trabaja en empresas de 51 o más personas y como trabajador/a doméstico/a, respectivamente.

El primer grupo incluye tanto a empresas medianas como grandes, que, aunque son menos numerosas, suelen ofrecer empleos de mayor calidad y estabilidad. Sin embargo, el bajo porcentaje de personas en este tipo de empresas refleja la escasez de grandes empleadores en Paraguay que impacta en las oportunidades de progreso y movilidad social de los trabajadores.

En tanto que el trabajo doméstico también representa un segmento considerable de la población ocupada en Paraguay. Sin embargo, el trabajo doméstico en Paraguay está marcado por condiciones laborales precarias y en muchos casos falta de derechos laborales básicos, como contratos formales y acceso a seguridad social. A pesar de recientes esfuerzos para regularizar este sector y mejorar las condiciones de sus trabajadores, la implementación ha sido limitada, dejando a una gran parte de esta fuerza laboral en situación vulnerable.

Como se ha observado, la dependencia del empleo en microempresas y del trabajo informal limita el potencial de crecimiento económico de Paraguay. La informalidad y el empleo suelen estar asociados a bajos niveles de productividad y salarios, lo que a su vez repercute en el nivel de consumo, así como en la capacidad de ahorro de los hogares. Además, y como se ha mencionado, los trabajadores, generalmente, carecen de acceso a beneficios de seguridad social y a pensiones, lo que tiene consecuencias a largo plazo en términos de bienestar, protección social y financiamiento público. Esta estructura ocupacional también afecta la recaudación fiscal del país, ya que la alta informalidad reduce la base impositiva y limita los recursos disponibles para invertir en educación, salud e infraestructura.

Ante el escenario expuesto, urgen políticas con un enfoque integral que contemple, la formalización de las microempresas, el fortalecimiento de las pymes y políticas de expansión de medianas y grandes empresas, para crear un mercado laboral más inclusivo y productivo.

Todos los números

En el tercer trimestre de 2024, de los 2.906.475 trabajadores, el 62,6%, alrededor de 1.819.000 personas, se encontraban empleadas en una microempresa; el 8,8%, unos 255.000, en una pequeña y el 3,7%, aproximadamente 107.000 hombres y mujeres, en una mediana empresa.

* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones

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