De acuerdo con los datos de clientes por género y tipo de entidad, el número total de personas o empresas que cuenta con al menos un producto financiero en el sistema financiero pasó de 1.621.951 en diciembre de 2016 a 3.647.861 en agosto de 2024, de acuerdo el Banco Central del Paraguay (BCP). Este aumento se ha dado en un contexto de implementación de políticas públicas para apoyar el emprendimiento y formalizar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), especialmente en sectores como el comercio y la agricultura.
La inclusión les ha permitido acceder a líneas de crédito y financiamiento que antes no estaban disponibles. Sin embargo, muchas pequeñas empresas aún enfrentan dificultades para acceder a capital a tasas competitivas, lo que sigue siendo una barrera para su crecimiento.
Comportamiento por género
Los datos muestran que la inclusión financiera ha crecido considerablemente en caso una década. En diciembre de 2016, había un total de 762.321 hombres y 830.055 mujeres como clientes de instituciones financieras, lo que indicaba una leve mayoría femenina en el acceso a servicios financieros. Para agosto de este año, la relación se revirtió con 20.000 hombres como clientes, totalizando 1.807.691 frente a la cantidad de mujeres de 1.786.720.
Si bien al último dato se observa una brecha, las mujeres han mantenido una mayor representación en el acceso a servicios financieros en comparación con los hombres durante todo el periodo analizado. Esto podría deberse a una serie de factores sociales y culturales, a decir, las políticas de empoderamiento económico femenino que han promovido las instituciones públicas y privadas en Paraguay, así como el papel creciente de las mujeres en el emprendimiento y las microfinanzas.
A pesar de esta paridad en el acceso a los servicios financieros, siguen existiendo desafíos para cerrar las brechas de género en términos de ingresos y acceso al crédito. Las mujeres en Paraguay, especialmente en áreas rurales aún enfrentan barreras para acceder a préstamos de mayor volumen, lo que limita su capacidad para escalar sus negocios y participar plenamente en el crecimiento económico del país.
El sector financiero paraguayo ha jugado un papel clave en la expansión de los servicios formales, permitiendo que más personas accedan a cuentas bancarias, tarjetas de crédito y otros productos financieros.
Esto ha sido parte de una estrategia más amplia de los sectores público y privado para reducir la informalidad y aumentar la inclusión financiera, especialmente entre las mujeres y las pequeñas empresas.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.