El Gobierno buscará sustituir el uso de GLP por electricidad en hogares, según viceministro

En el marco de la nueva Política Energética del Gobierno, el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, explicó los principales desafíos y metas para los próximos cuatro años. Habló sobre los objetivos a corto, mediano y largo plazo, destacando el proyecto de ir migrando del uso de gas (GLP) y biomasa a electricidad.

La mayoría de los hogares de clase media alta tiene hoy ya horno eléctrico y también cocinas a inducción, según el viceministro.Gentileza
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El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, detalló los planes en el marco de la nueva Política Energética del Paraguay con proyección hasta el año 2050, tras la firma del presidente de la República, Santiago Peña, del Decreto Nº 2553, que reemplaza al Decreto Nº 6092/2016.

Habló de la necesidad de diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de combustibles fósiles y biomasa, señalando que serán necesarias importantes inversiones en infraestructura y una política centrada en la sostenibilidad.

Reveló que, en el corto plazo, el Gobierno se fijó cerca de 200 metas, que incluyen la redacción de una estrategia energética para los próximos cuatro años. “El desafío más fuerte que tenemos es mejorar la infraestructura eléctrica con mayor inversión y diversificar la matriz de generación”, comentó Bejarano.

Gas por electricidad

Dijo que el Gobierno está trabajando en la sustitución progresiva del uso de leña y gas licuado de petróleo (GLP) en los hogares, promoviendo el uso de energía eléctrica. Sin embargo, aclaró que buscan que esta transición sea de manera gradual para evitar un aumento drástico en la demanda eléctrica, especialmente en las horas punta.

Consultado sobre cómo harán para que sea posible la reducción del uso de GLP, Bejarano explicó que están trabajando todavía en eso, porque iniciaron un proceso con la ANDE para tener mecanismos de entrega de electrodomésticos eléctricos, pero añadió que eso todavía no está terminado. “Todavía estamos viendo fuentes de financiación para que se tenga crédito blando, para que no impacte en el bolsillo de la gente y que le pueda ser rentable la posibilidad de sustitución GLP por energía eléctrica”, expresó.

Según Bejarano, no se establecieron metas cuantificadas, pero sí se planea una disminución paulatina. “El cambio será gradual, pues estamos hablando de un tema que no solo es energético, sino también cultural. Muchas familias aún dependen del GLP por costumbre, aunque hemos notado que en los hogares de clase media alta ya se está adoptando el uso de hornos eléctricos y cocinas de inducción”, comentó el viceministro.

A pesar de los avances, Bejarano indicó que la sustitución del GLP será un proceso lento, pero necesario para reducir la dependencia de una energía que el país no produce. “Queremos disminuir el uso de GLP y biomasa en los hogares, al tiempo que impulsamos una mayor utilización de la energía eléctrica, que es más sostenible”, subrayó.

Además, uno de los proyectos más icónicos de esta administración es la integración energética, con un enfoque particular en el desarrollo de un gasoducto de gran relevancia para el país, según dijo.

Resaltó que en el último año, el balance energético del país mostró un aumento del 22% en el uso de energía eléctrica, mientras que el consumo de hidrocarburos y biomasa disminuyó en un 1% cada uno, respectivamente.

Los objetivos superiores del sector

En las 50 páginas del Decreto Nº 2553 y sus anexos, por el cual se aprueba la Política Energética del Paraguay al 2050, se establecen cinco objetivos estratégicos superiores que definen “a dónde” se desea llegar mediante la efectiva ejecución y seguimiento de esta Política Energética.

Son cinco los objetivos superiores consensuados para el Sector Energético Nacional:

1. Garantizar una oferta energética sostenible, robusta y resiliente orientada al bienestar de toda la población y al desarrollo productivo con prioridad en el aprovechamiento de los recursos energéticos y mineros del país.

2. Aprovechar las ventajas competitivas del sector energético como elemento estratégico para el crecimiento socioeconómico, la transición energética, la creación de empleos y la inserción del país en el mundo.

3. Consolidar el país como eje de la integración energética regional.

4. Asegurar el acceso a una energía asequible, segura y sostenible para satisfacer las necesidades de los sectores más vulnerables del país.

5. Potenciar el rol del consumidor y de otros actores del sector en el sistema energético.

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