Del promedio de ingresos mensuales y que totaliza G. 5.741.452 a nivel país, la estructura de los ingresos familiares mensuales en Paraguay se compone en 85% de los laborales, seguido con el 5,6% de los ingresos por jubilación o pensión. Las demás fuentes son por ayuda familiar de quienes residen en el país y del exterior (3%) y de los programas estatales como el Monetario Tekoporã/ Adulto Mayor y/o rentas (alquileres o rentas netas, intereses o dividendos, otros ingresos agro asignados al jefe) con un total de 6,4%, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y procesados por la Consultora MF.
Del promedio de ingresos mensuales y que totaliza G. 5.741.452 a nivel país, la estructura de los ingresos familiares mensuales en Paraguay se compone en 85% de los laborales, seguido con el 5,6% de los ingresos por jubilación o pensión. Las demás fuentes son por ayuda familiar de quienes residen en el país y del exterior (3%) y de los programas estatales como el Monetario Tekoporã/ Adulto Mayor y/o rentas (alquileres o rentas netas, intereses o dividendos, otros ingresos agro asignados al jefe) con un total de 6,4%, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y procesados por la Consultora MF.
Al desglosar por hogares, la estructura de los ingresos familiares mensuales presenta variaciones. El promedio de ingreso familiar mensual disponible para el 20% más pobre es de G. 1.574.000 y para el 20% más rico, representa G. 11.605.016. El 75,9% de los ingresos del segmento más pobre se genera a través de actividades laborales, que va aumentando hasta el cercano al grupo más rico donde el 83,6% proviene igualmente de los ingresos por trabajos realizados.
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En cuanto a los ingresos por ayuda familiar desde el propio país para los hogares más vulnerables representan el 6,5%, porcentaje que va disminuyendo hasta el otro extremo donde solo representa el 1,4%. Para el caso de las remesas familiares, se observa similar comportamiento de disminución, aunque con una diferencia en el 20% más rico, donde hay un leve aumento, representando 0,9% de los ingresos cuando para el 20% de los hogares más pobres es del 0,6%. Esta dinámica se hubiera explicado en el caso de que el componente hubiera contenido a las remesas por utilidades de empresas, pero la variable aplica en el concepto de ingresos por ayuda familiar del exterior.
Un comportamiento esperado es en el componente de los ingresos por jubilación o pensión. En el extremo de los hogares más pobres, no se observa recursos de esta fuente. Para los siguientes estratos sociales se muestra un incremento con el 8,4% que representa dentro de la estructura de ingresos para el final del segmento de los hogares. La inexistencia de una cobertura jubilatoria se ve compensada, de cierta manera, por los programas sociales del Estado. El 20% de los hogares más pobres sustentan sus ingresos, de manera importante, en un 16,8% por los planes de asistencia estatal. Esta dependencia va disminuyendo en los siguientes grupos, llegando a representar el 5,7% de la fuente de sus ingresos para el 20% más rico. En este punto, destaca que, dentro de la estructura de este grupo, el 0,2% provenga del programa Adultos Mayores, lo que reflejaría una falta de focalización del plan hacia los grupos más vulnerables del país.
¿Cuánto es el promedio de ingreso mensual por habitante en el país?
Los datos oficiales revelan que el promedio de ingreso mensual per cápita de la población en todo el país es de G. 1.876.979. Por zonas geográficas se marca una clara diferencia dado que en las zonas urbanas es de G. 2.181.151 y en las rurales asciende a G. 1.377.517.
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El 10% más pobre cuenta con un ingreso mensual de G. 330.484. En las ciudades representa G. 468.399 y en las comunidades rurales G. 239.870. En el otro extremo, el del 10% más rico, el ingreso mensual llega a G. 6.525.037 con una diferencia entre las zonas. En la urbana el promedio es de G. 7.115.314 y en la rural G. 5.153.582.
Los datos muestran la importancia del trabajo como generador de ingresos para los hogares paraguayos, así como la urgencia de diseñar e implementar políticas laborales de impacto, sobre todo para la población más vulnerable, que depende de manera importante tanto de la asistencia pública como familiar. La inexistencia de estos componentes sumiría aún más a la pobreza a este segmento que tampoco cuenta con cobertura social. La situación también se aplica para los siguientes segmentos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, ya que si bien el mayor porcentaje dentro de la estructura de ingresos es el originado por actividades laborales, la diversificación de sus fuentes es ciertamente un riesgo para estirarlos a condiciones menos favorables.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.