Un productor de Yerba de Mayor Otaño, Ricardo Benítez, decidió incinerar un cargamento de 17.000 kg, tras ser rechazado en el secadero, propiedad del intendente local, Leonardo Morínigo (Alianza).
Benítez cuestionó el criterio con el que no aceptaron su producción, que según él cumplía con los estándares de calidad. Lamentó la falta de acompañamiento del Estado y las promesas de campaña que prometía el actual jefe comunal, que decía que la yerba tendría un mejor precio.
A los pequeños productores se está pagando entre G. 600 y G. 700 el kilo de hoja verde en finca, y en secadero entre G. 1.000 y G. 1.500. La situación se da pese a que se había acordado un precio base de G. 2.350, refirió el presidente de gremio de yerbateros Felipe Ojeda.
Exigen que el Estado intervenga como mediador para proteger los intereses de los pequeños productores y que se respeten los acuerdos de precios.
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Estándar de calidad exigente
Por su parte, el intendente municipal de Mayor Otaño, Leonardo Morínigo (Alianza), refirió que el caso de este “proveedor ocasional” se dio después de una advertencia que le dieron desde su secadero, de que no aceptarían un próximo cargamento con ramas.
El estándar de calidad es exigente, debido a que existe una sobreproducción de la yerba y que en su empresa, están pagando el precio más elevado actualmente, que es de G. 1.500 por kilo.
Morínigo afirmó que reciben a diario aproximadamente 200.000 kg de hojas. Dijo que la intención siempre es comprar de los productores, pero el mercado de exportación se vio afectado, lo que conllevó a que los precios se reduzcan.
En Itapúa existen alrededor de 10.000 productores y 22.000 hectáreas de cultivo de yerba mate, según datos de la Federación de Productores de Yerba Mate (Fepym).
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Crisis de la Yerba
Según el jefe comunal de Mayor Otaño, existe mercado para colocar aproximadamente 10 millones de kilos de yerba, pero la producción actual alcanza los 30 millones de kilos. La sobreproducción generó un desequilibrio en el mercado.
Refirió que se frenaron las exportaciones a Argentina, que iguala o mejora el precio con su producción local. El principal mercado actual es el de medio oriente, sostuvo.
Otros productores de la región del noreste del departamento, habían destruido aproximadamente 200 hectáreas de plantaciones para cambiarlos por otro tipo de cultivos extensivos, como la soja, a principios de agosto de este año.