Para contener la inflación a los niveles actuales (4% interanual) al Banco Central del Paraguay (BCP) le costó unos 528.793 millones (US$ 72 millones al cambio actual), monto que es inferior en un 5% a lo que demandó este objetivo en el mismo lapso de tiempo el año pasado, cuando alcanzó G. 554.744 millones, de acuerdo con el reporte oficial de la banca matriz. Esta disminución sería por efecto de la baja en la tasa de interés de los Instrumentos de Regulación Monetaria (IRM).
Los gastos de la política monetaria en el primer cuatrimestre del año estaban conformados en una mayor parte, más del 80%, por los intereses que pagó el BCP en concepto de colocación de sus instrumentos en el sistema financiero, unos G. 426.245 millones (US$ 58 millones).
El restante está conformado por la remuneración por encaje legal (garantía sobre depósitos) y producción de instrumentos de política, como impresión de billetes y acuñación de monedas.
Este costo que debe asumir la banca central, en el marco de su política monetaria, es para mantener una inflación baja y estable, que al cierre de abril fue del 4% interanual, en línea con la expectativa y nuevamente dentro de la meta objetivo del 4+-2%.
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La inflación en 2023 según datos del BCP
El año pasado (2023), el costo de la política monetaria alcanzó una cifra histórica de G. 1,7 billones (US$ 239 millones), para cerrar finalmente con una inflación del 3,7%.
En los dos periodos anteriores (2022 y 2021), la inflación había cerrado por encima del objetivo: en 6,8% en el año 2021 y en 8,1% en el año 2022, por el efecto pospandemia que obligó a la entidad monetaria a realizar ajustes para reducir estas presiones inflacionarias.
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De acuerdo con el reporte oficial, el gasto de política se compone de los intereses por Instrumentos de Regulación Monetaria (IRM), la garantía por depósitos de los bancos (encaje legal) y costo de emisión de billetes y monedas.
Según se puede apreciar en el reporte oficial, la disminución en el gasto de política monetaria en este primer cuatrimestre responde principalmente a la reducción de la tasa de interés que paga el Banco Central por la colocación de sus instrumentos a los diferentes bancos, que se mantuvo en entre 5,80% y 6,90% en esta primera parte del año, en comparación al 8% que se pagó en promedio el año pasado.
La tasa de rendimiento que paga el BCP a los bancos empieza a bajar en coincidencia con la reducción de la tasa de política monetaria (TPM) a partir de setiembre del 2023, y actualmente se encuentra en 6%.
Si bien en parte se logró el objetivo de estabilizar la inflación, en los últimos tres años se acumula una variación del 20% en el índice general de precios y más del 30% solo en alimentos. Para el presente año, la expectativa es cerrar con una tasa de inflación del 4%.
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Aunque el interés que ganan los bancos por captar los instrumentos del BCP es menos en comparación a lo que ganan por la colocación de préstamos al público, los bancos prefieren invertir en estos títulos debido al menor riesgo que representa.
Técnicos del BCP explican que al aumentar el incentivo por los instrumentos se buscó orientar la liquidez de los bancos hacia el BCP, dejando menos margen para préstamos al público, esto con el fin de contener presión inflacionaria. Sostienen que mayor hubiese sido el costo que sufriría la ciudadanía con una disparada de los precios, de no haber hecho nada para contener la presión inflacionaria.