El ejecutor de esta transición, según la misma página digital argentina, será el ingeniero civil, Alfonso Peña, “del riñón de Mauricio Macri”. Aclara el material, fechado el lunes último, que la designación de Peña como director ejecutivo de la EBY. “aún no fue oficializada”.
Lea más: Yacyretá: se aguarda que Argentina confirme a su director ejecutivo, dice consejero
“Macri impuso al presidente de Yacyretá y revive las sospechas de negocios con Cartes”, es el título de la nota firmada por Luciana Glezer y Patricio Porta.
Añaden que Mauricio Macri, expresidente argentino, “pidió la embajada en Paraguay y Yacyretá, pero que Milei solo le dio Yacyretá, donde ubicó a Peña.
En rigor, la EBY no tiene presidente, sino un Comité Ejecutivo integrado por dos directores, el argentino, que será Peña según esta información, y Luis Benítez, designado por el presidente Santiago Peña de nuestro país, quien ejerce desde agosto del año pasado.
En un nivel superior a ese órgano se ubica el Consejo de Administración de la EBY, de ocho integrantes -cuatro paraguayos y cuatro argentinos - que toma las decisiones que los directores deben ejecutar.
Glezer y Porta agregan que el currículum de Alfonso Peña confirma su vínculo estrecho con Marcri. Fue su compañero de colegio en el Cardenal Newman, trabajó en el Mirgor, la primera empresa del empresario Nicolás Caputo.
Recuerdan asimismo que el Ing. Peña estuvo al frente de Decavial, firma que se asoció a Caputo SA para comprar el terreno del Hospital Ferroviario, que además ocupó una silla en el directorio de Cunumí SA, adjudicataria de varias licitaciones de obras públicas en Buenos Aires cuando Macri era jefe de gobierno.
Añade el material que “ya con Macri en el gobierno del vecino país, el peronismo denunció “un acuerdo espurio con su entonces par paraguayo, Horacio Cartes. actual líder del Partido Colorado y hombre fuerte de la política del país vecino”.
Agregan que “el supuesto negocio” de ambos giraba en torno a Yacylec, la empresa de la familia Macri que distribuía parte de la energía generada por la hidroeléctrica.
Añaden que, “según la oposición paraguaya, Cartes había reconocido una deuda de este país con Argentina de más de US$ 4 mil millones por la construcción de la represa.
Lea más: Comisión del Senado recomienda el rechazo
Se refieren sin dudas al Acuerdo Cartes-Macri de 2017, que engendró la Nota Reversal N° 2/17, que “revisaba” el Anexo C del Tratado y que, entre otras perlas, dejaba a la entidad binacional un dudoso saldo deudor de US$ 4 mil millones, no al Paraguay.
El instrumento diplomático de referencia, pese a que los ejecutivos lo firmaron e intercambiaron, nunca fue sometido a la consideración del Legislativo argentino.