Agregó: “Cada país puede exigir ciertas condiciones para adquirir productos, y entendemos que la Unión Europea puede hacer eso cuando las operaciones se realizan entre privados, sin embargo, en este caso tenemos que entender que esa es una diferencia con Brasil (ellos firmaron el acuerdo), acá en Paraguay los tratados internacionales que se firman no pueden estar por encima de las leyes nacionales”, explicó.
Contra nuestra soberanía
“Si nosotros firmamos este tratado con lo que ahora quieren imponernos que son restricciones ambientales, entonces prácticamente la ley europea va a convertirse en ley paraguaya, y eso va contra nuestra soberanía. Por ejemplo, si un productor quiere cambiar su pastura y dedicarse a la agricultura, él ya no va a poder hacerlo, o en el caso del Chaco, donde aún hay mucho por desarrollar, si uno hace un desmonte controlado y fiscalizado, todo lo que se produzca allí no se podrá vender en Europa”, explicó Fast.
“De 4 dólares que entran al país, 3 son generados por el agronegocio y eso está demostrado, por tanto, si nosotros firmamos un acuerdo con la Unión Europea, en donde nos coartan la posibilidad de desarrollar nuestros campos, eso representaría como jugar en contra nuestra, afortunadamente el Gobierno entiende el punto, pero hasta ahora no hay una definición sobre el tema”, finalizó.