En comunicación con ABC Cardinal este martes, Pedro Halley, representante de la Unión de Jubilados del Paraguay, reiteró sus críticas al proyecto de ley que plantea crear la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, una propuesta que -a su juicio- “apunta solamente a que el Estado tenga una chequera en blanco” para echar mano de los fondos jubilatorios del Instituto de Previsión Social (IPS).
Está previsto que esta semana el Senado trate el proyecto de ley, impulsado por el Gobierno del presidente Santiago Peña y apoyado por sus aliados cartistas en el Congreso, pero duramente criticado por legisladores opositores y representantes de centrales y sindicatos de trabajadores.
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Halley, uno de los críticos más vocales del proyecto, señaló que la cuestionada propuesta legislativa establece en su artículo 43 la derogación del segundo párrafo del artículo 27 de la carta orgánica del IPS, que prohíbe a la previsional conceder préstamos al Gobierno, sus entes descentralizados o a las municipalidades.
Además, afirma que con la creación de una Superintendencia de Jubilaciones, la facultad de establecer y diseñar el programa de inversiones del IPS, hasta ahora atribución exclusiva del consejo de administración de la previsional, pasaría a ser facultad del superintendente.
Proyecto presentado “a los apurones”
“El ministro (de Economía, Carlos Fernández Valdovinos) será buen economista, pero es un pésimo abogado y malísimo técnico en redacción legislativa”, opinó Halley. “Este proyecto lo redactaron todo mal, no saben qué es lo que están derogando y eso por sí solo da pie para que esto se postergue”, sentenció.
El representante de los jubilados dijo estar de acuerdo en que es necesario un mayor y mejor control de los fondos jubilatorios del IPS, pero indicó que ese control debe estar “bien hecho” e insistió que el proyecto que será tratado mañana en el Senado “se presenta a los apurones” y esa celeridad llama la atención.
Argumentó que el proyecto “no va a solucionar ninguno de los problemas de las cajas”, como la mala calidad de las inversiones o de la gestión, o los problemas de evasión.
“Meter la mano en la lata”
Especuló que el “apuro” del Gobierno en buscar que el proyecto se apruebe inmediatamente podría deberse a que “el Estado necesita plata para calzar el Presupuesto de Gastos” y pagar la cuota de la deuda externa sin contar con los fondos necesarios para hacerlo y viéndose imposibilitado de aumentar los impuestos por falta de tiempo y voluntad política.
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Halley indicó que el artículo 27 de la carta orgánica del IPS es “la única garantía que teníamos los trabajadores para evitar que el Gobierno meta directamente la mano en la lata” y argumentó que si se deroga ese artículo “van a meter las dos manos al mismo tiempo”.
Subrayó que las voces contrarias al proyecto no están en contra de un mayor control a los fondos jubilatorios, sino que “queremos que esto se siga debatiendo, sentarnos con Peña y con el ministro y hacer bien la tarea para garantizar que haya un buen control que nos garantice a todos jubilaciones dignas”.
“Hacer algo a lo loco para que papá Estado se lleve la plata y mañana nosotros cobremos (las jubilaciones) la mitad en efectivo y la mitad en cupones del Estado no nos parece”, sentenció.
“Cabeza a cabeza” en el Senado
Sobre las posibilidades de que el proyecto sea aprobado o rechazado mañana en el Senado, Halley dijo que las proyecciones en semanas previas eran pesimistas, ya que se temía que la “aplanadora” oficialista logre la aprobación sin mayores dificultades.
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Sin embargo, señaló que en los últimos días el “ruido” generado por las críticas al proyecto parece haber surtido efecto y “ahora parece que está medio cabeza a cabeza el tema en el Senado”.
“Ojalá mañana haya buenos argumentos de parte de los senadores que se oponen a este mamarracho y se postergue”, dijo.