Un indicio atendible, porque el medio integra la red de publicaciones cuya propiedad es atribuida al titular del Partido Colorado, Horacio Cartes, a cuya corriente partidaria pertenece el actual presidente, Santiago Peña.
“De mantenerse la actual tarifa (16,71 kw/mes para el 2024, que deberá definirse antes de fin de año, implicaría un ingreso superior a los USD 400 millones año para cada país. El tema se abordará seguramente el jueves en Brasilia, cuando Santiago Peña y Lula da Silva pondrán en marcha el proceso de revisión de n del Anexo C...”, añade el material de referencia.
La cifra corresponde a la aún vigente tarifa de potencia de Itaipú, a que fue la “salida intermedia” entre el precio de la unidad de potencia de Itaipú, US$ 20,75 por KW y el que corresponde al presente de la entidad luego de saldar su deuda, que rondaba los US$ 12/kw mes por la cual optaron este año sus organismos administrativos.
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La opción binacional por esa solución, al que Mario Abdo Benítez, en su rendición de cuentas del 1 de julio último llamó “acuerdo tarifario” permitió a nuestro país y al Brasil un ingreso adicional de US$ 409 millones, según informó.
Nuevos componentes del Costo del Servicio de Itaipú
La fórmula, complicada “políticamente” para decidirla, técnicamente fue sencilla, porque US$ 16,71/KWhmes incluía en el costo del servicio de Itaipú “un nuevo componente”, que sustituía parte de la carga de su deuda que había terminado de pagar este año.
Abdo Benítez, inclusive aconsejó al gobernante que lo sucedería desde el 15 de agosto pasado que “sostenga” la estrategia del “acuerdo tarifario” porque su administración contaría con ingreso adicional de más de US$ 2.000 millones en los próximos cinco años para llevar adelante grandes inversiones”.
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Si retrocedemos hasta el 2021 y hurgamos en los documentos que produjeron las comisiones técnicas que organizó el anterior gobierno, encontraremos más antecedentes de esta estrategia, por ejemplo la opción por la “tarifa intermedia” mediante “nuevos componentes” del costo de la entidad binacional. Luego, al menos en esta materia, el “continuismo estratégico” en este gobierno no se puede negar.