Borda señaló ayer que “todos queremos que al nuevo gobierno de Santiago Peña le vaya bien”, teniendo en cuenta que la economía arrastra dos años de recesión, inflación elevada afectando el poder adquisitivo de la gente, aumento del déficit fiscal, incremento de la deuda publica, corrupción, deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población, perdida de puesto de trabajo, endeudamiento personales y perdida de vidas, según comentó.
A su criterio, la población vulnerable y muchas micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) arrastran por varios años los impactos adversos para recuperarse y considera que es un quinquenio perdido para la gran mayoría.
Hizo hincapié en que el presidente Peña prometió mucho en su discurso y, además de las dudas de si tendrá autonomía de su mentor (Horacio Cartes), se suman las promesas en temas cruciales, como grandes inversiones y gastos para mejorar la educación en todos los distritos del país, incluyendo la mejora de la vida de los maestros, que estima se trata de salarios.
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También prometió mejorar la cobertura y calidad de la salud, terminar las largas filas de pacientes y reclamos de insumos y medicamentos; mejora de la seguridad ciudadana con mas efectivos en la calle y una lucha frontal contra el flagelo de las drogas, lavado de dinero; lucha contra la pobreza con focalización de los gastos y generación de empleo.
No será suficiente mejorar el gasto público
Borda sostuvo que cumplir estas promesas no se podrá lograr únicamente con mejorar la calidad del gasto y la eficiencia, ya que su partido (ANR) “es corrupto y ha funcionado con base al clientelismo y prebendarismo”.
En ese sentido, mencionó que la gran mayoría de los funcionarios ingresa con el apoyo de algún padrino político y, por ello, refirió que sería difícil generar ahorro con la racionalización del gasto publico y que sobre todo, será insuficiente.
“Aquí se plantea un dilema de hierro, o sus promesas son solo retóricas o efectivamente quiere dejar un legado. Este último demanda mas recursos financieros para hacerlos efectivos”, afirmó.
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El exministro agregó que por la vía del endeudamiento, que ya está alto, no sería suficiente ni sería lo más barato, sobre todo con la colocación de los bonos soberanos y los créditos multilaterales, que no son rápidos.
Añadió que, por consiguiente, faltarían recursos financieros y con el sistema tributario actual que ya llegó a su límite, como recomienda el Fondo Monetario Internacional (FMI), será necesario aumentar los ingresos tributarios, más aún con esta batería de promesas y el rechazo de la donación de la Unión Europea por razones ideológicas.
Omitió a Mipymes y agricultura familiar
Señaló igualmente las omisiones del presidente en su discursos sobre la importancia de las Mipymes y la agricultura familiar, que son dos sectores generadores de empleos y necesitan un paquete de políticas publicas para mejorar su productividad y salarios, tales como créditos, mas tecnología, intermediación de mercado, entre otras.
El exministro mencionó que el sector de agronegocio es intensivo en tierra y tecnología y genera poco empleo, en tanto la economía informal es una realidad lacerante porque su participación en el mercado es posible con el trabajo precario y sin protección social.
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“La defensa de la propiedad privada nadie discute, pero la necesidad de acceso a la tierra de los campesinos es urgente”, afirmó. En ese sentido, añadió que en concentración de la tierra y la deforestación nuestro país están entre los más altos.
Borda considera que el crecimiento es necesario, pero debe beneficiar a todos los ciudadanos, de allí la importancia de la distribución de ingresos, ya que no es posible que la gran mayoría no perciba el salario mínimo y no tenga seguro social; y la redistribución de ingresos, lo que implica más impuestos a los más acaudalados.
El exministro puntualizó que Paraguay tiene una presión tributaria de 10% y el promedio de la región es de 25%. “Somos uno de los países más desigual de la región y la región es el mas desigual a nivel global”, afirmó.