En su revisión de las cifras económicas, la Cepal ajustó a la baja su proyección para la mayoría de los países de la región, pero mejoró su pronóstico para nuestro país. No obstante, el organismo internacional advirtió que de persistir las turbulencias en el sistema financiero global, tras el colapso reciente de bancos en Estados Unidos, podrían darse riesgos sobre el crecimiento esperado para este 2023.
En su revisión, la Cepal mejoró su proyección para la economía paraguaya desde 4% de diciembre pasado a 4,2% en el último informe, ubicándola entre las de mayor expansión en la región. Repunte que se da principalmente por el efecto rebote del sector agrícola, tras la fuerte sequía que impactó en uno de los principales generadores de ingresos en nuestro país.
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Sujeta a riesgos
Según explicaron referentes del organismo, la proyección de crecimiento de 2023 para la región está sujeta a riesgos a la baja ante la posibilidad de que resurjan y se acentúen las turbulencias del sistema bancario global -o del sistema financiero en su conjunto- lo que resultaría en un endurecimiento más persistente de las condiciones financieras mundiales, con los consecuentes impactos sobre el acceso y costo de financiamiento.
Las economías de América Latina y el Caribe enfrentan en 2023 un complejo escenario externo, marcado por bajo crecimiento en la actividad económica y del comercio mundial. Cepal redujo levemente su proyección de crecimiento del PIB de América de Sur para 2023 del 1,3 % estimado el pasado diciembre a un 1,2 %, debido principalmente a crecientes incertidumbres externas y restricciones interna.
Según Cepal, América del Sur se verá afectada por la baja en los precios de los productos básicos y por las restricciones al espacio que la política doméstica tiene para apuntalar la actividad. La alta inflación ha impactado los ingresos reales y está teniendo efectos sobre el consumo privado y la inversión en los países.
Adicionalmente, a las alzas experimentadas por las tasas de interés a nivel mundial se agregaron las turbulencias financieras observadas a comienzos de marzo lo que ha acentuado la incertidumbre y volatilidad de los mercados financieros.
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Presiones inflacionarias
Si bien se han desacelerado las presiones inflacionarias, cabe esperar que las tasas de política monetaria permanezcan altas a lo largo del 2023 en las principales economías desarrolladas.
Junto a los riesgos financieros, persiste la incertidumbre respecto de los efectos -sobre el mundo y sobre la región- que pudiera conllevar la prolongación de la guerra en Ucrania y el aumento en la fragmentación geoeconómica sobre el crecimiento económico, los precios de las materias primas y el comercio mundial.