El dólar minorista o efectivo trepó de nuevo 20 puntos en el cierre de las operaciones del viernes, pasando de G. 7.400 que cotizó en la jornada anterior, a G. 7.420, de acuerdo con el promedio en las principales casas de cambio del microcentro; mientras que el cambio mayorista o interbancario llegó a valores similares, a G. 7.404.
Cabe resaltar que estos valores alcanzados no se daban desde el año 2003, o sea hace 20 años, de acuerdo con los registros históricos del Banco Central del Paraguay (BCP) y la tendencia es que la posición de la divisa estadounidense se vaya fortaleciendo aun más no solo frente al guaraní, sino frente a las demás divisas del mundo. En gran parte del 2022, la divisa se mantuvo estable, pero las presiones se hicieron más fuertes en los últimos meses, cerrando el año en G. 7.330, con una apreciación del 5,4% en comparación al cierre del 2021.
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Impactos en la canasta
Uno de los impactos de la suba del dólar estadounidense es nuevamente un riesgo inflacionario en productos importados de la canasta.
Según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), más del 40% de los bienes comercializados en el país son importados, entre ellos los combustibles, bienes durables, alimentos, etc.
El impacto de suba de precios, mayormente por apreciación del dólar, en el último año fue del 43% solo en el rubro de alimentos.
Al respecto, Miguel Mora, economista jefe del Banco Central del Paraguay (BCP) reiteró que la suba del dólar responde a presiones tanto externas como internas. Uno de los factores que están incidiendo en la apreciación del dólar a nivel mundial tiene que ver con las acciones de política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) para reducir la inflación que sigue bastante alta en dicho país.
Déficit en la balanza comercial
Otro factor que tuvo un importante peso tiene que ver con el déficit de la balanza comercial (más importaciones que exportaciones). Es decir, en 2022 hubo más demanda de billetes por parte de importadores, a diferencia de la oferta por parte de exportadores. Este déficit fue de US$ 1.316 millones, solo el rubro de soja perdió unos US$ 1.700 millones en el último año a causa de la sequía.
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No obstante, el economista espera que este año se pueda revertir la situación ya que hay una expectativa alentadora de reactivación del sector agrícola sobre todo que permitirá mayor ingreso de divisas al país, lo cual ayudará a atenuar la presión sobre la cotización del dólar que está muy apreciado.