Esta suerte de prelación de gastos o de las necesidades de la empresa eléctrica estatal fueron consignados en el proyecto de presupuesto que su presidente, el Ing. Félix Sosa, defendió la última semana ante la Comisión Bicameral de Presupuesto.
La propuesta de la ANDE, que también sufrió los tijeretazos del Ministerio de Hacienda, fue presentado en guaraníes, con su equivalencia en dólares, según la paridad G. 7.098 por dólar que usa la cartera correspondiente en sus cálculos relacionados con el PGN 2023.
Si sumamos las cantidades que asignaron e los rubros de referencia, concluiremos que a los grupos compra de energía e inversión física corresponde el 66,5% de los gastos que la eléctrica del Estado se propone gastar el año que viene.
Las tajadas restantes (33,5%) de esta singular torta de gastos, lo conforman siete agrupaciones, en el siguiente orden: Servicios personales. Servicio de la deuda pública. Servicios no personales. Impuestos, tasas, etc. Transferencias. Inversión Financiera y Bienes de consumo e insumo.
Con la etiqueta contable “Bienes de cambio”, se disimula la actividad más relevante de la empresa eléctrica, esencial para que cumpla su misión de dar luz a la población, aunque todavía con cuestionadas interrupciones, calor en los días fríos y climatización en las jornadas de calor, que ya están a la vuelta de la esquina.
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Falta la sustitución más esperada
También la sustitución más esperada que, en el peor de los casos, al menos mitigue la hemorragia de divisas que sufre la economía nacional porque aún importa grandes cantidades de derivados del petróleo para su parque automotor. También de la leña y carbón de nuestros bosques en estado de extinción, para energizar ciertas unidades de producción. Nos referimos a la electricidad que compramos a Itaipú y Yacyretá, centrales que hasta agosto pasado cubrían el 96% de nuestro consumo.
Si comparamos la suma que erogó la ANDE en este renglón entre enero y julio ultimo con la que gastará el año que viene, veremos que habrá un aumento cercano al 16% en esta cuenta.
En lo atinente a las Inversión Física, englobados bajo el rótulo contable de “gastos de capital”, el que también sirve para clasificar sus inversiones financieras, la compra de energía y otros proyectos de inversión, la suma que prevén invertir rebasa los US$ 400 millones.
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El documento de la ANDE consigna que el 66,4% de este monto lo invertirán en obras de distribución, mientras que en las de transmisión invertirán el 30,4%. El restante 3,2% lo distribuirán entre estas actividades. comercialización. Tecnología y logística y gestión ambiental.