“Cada año la ganadería se va dinamizando, por ejemplo, el valor monetario de las tierras, la competencia que existe con la agricultura y por sobre todo la necesidad de aumentar la producción con el fin de alimentar al mundo, es por eso que el enfoque siempre será ‘producir más, en el menor espacio y lo más rápido posible’”, destacó al inicio de la nota el doctor Penteado.
Dijo que para llegar a esto, se busca adelantar todos los procesos que sean necesarios para lograr este objetivo; adelantar el primer servicio, la primera parición, la edad de faena y aumentar el peso de destete son algunas de las actividades que se buscan adelantar en la ganadería.
Una cría fuerte para llegar a servicio
Agregó que es importante tener en cuenta que la cría es la base de la producción en ganado de carne, debido a que la ternera es la futura vaca primeriza que dará un ternero, y es fundamental para lograr obtener los resultados a futuro.
“En muchos casos, notamos que la cría luego del destete recibe pasto de baja calidad, pocos minerales, por tanto esta inversión que no se hace en ese momento, repercutirá en el aspecto reproductivo de la ternera en el momento en que se la quiera preñar o durante la gestación”, Enfatizó el profesional.
Añadió que si el productor no gasta lo necesario durante la cría del ternero, difícilmente tendrá un aumento de la productividad, ahorro de tiempo y de área útil en el terreno en búsqueda de la optimización del producto.
Cómo bajar preñeces de vaquillas de 24 meses a 14 meses
Penteado explicó que en Brasil, Paraguay y otros países de nuestra zona, las vaquillas que están dentro de un sistema de ganadería tradicional entran en servicio a los 24 meses, el objetivo hoy debe ser que estas vaquillas sean servidas a las 14 meses y queden preñadas.
Una de las primeras barreras a superar para lograr esto es la falta de información; porque el productor no podrá saber cómo llegar a un objetivo específico si no conoce en qué condiciones se encuentra su producción, es fundamental registrar números y datos del establecimiento y su manejo (peso de destete, intervalo de partos, ganancia diaria de peso, entre otros); a partir de esta información, el productor será capaz de reconocer sus debilidades y así tomar mejores decisiones.
“Esto no es algo que se haga de la noche a la mañana, existen estrategias como empezar con las mejores terneras, agrupar por lotes y hacer los servicios a los 14 meses, pero no solo es una cuestión reproductiva y nutricional, también es una cuestión de inversión económica”, confirmó.
Cuatro pilares a tener en cuenta para invertir
Dijo también que cada vez que una persona realiza un proyecto en el área que sea, existen cuatro pilares muy importantes para el suceso de cualquier negocio. El primero, es el retorno financiero, es decir lograr utilidad; el segundo, es la capacidad financiera, siendo este el principal problema de la ganadería; el tercero, es la capacitación de mano de obra, porque si de lo contrario se perderá la utilidad y la inversión hecha en el proyecto y el cuarto y no menos importante es la gestión, es decir, el registro de datos de la producción ya que esto brindará la oportunidad de conocer el estado en que se encuentra el negocio, a donde se quiere llegar y cómo se podría lograrlo.
El doctor agregó que como en todo tipo de negocio, se debe dar prioridad a lo más importante, realizando inversiones adecuadas para obtener retorno a corto, mediano y largo plazo. Muchas estancias por no realizar el planeamiento correcto, no logran tener la capacidad financiera para soportar la espera del retorno de la inversión a largo plazo.
“Por dar un número, el incremento financiero que se logra al inseminar a las vaquillas a los 14 meses es de hasta 37% con la aplicación de tecnología adecuada, y podemos decir con conocimiento de causa y por la experiencia que tenemos, que el secreto siempre será el correcto planeamiento, la inversión en tecnología y nutrición para obtener resultados predecibles en la producción”, finalizó el doctor Luciano Penteado.