Patricia Echeverría Martínez, titular del Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN), respondió que “la calidad del combustible está fuera de su competencia” al ser requerida referente al certificado de cumplimiento de la calidad del combustible importado, conforme se establece en el Decreto Nº 10.397/07 con el cual se establecen los niveles mínimos de calidad que deben tener los combustibles. Se trata de su respuesta a la solicitud de nuestros periodistas, vía Acceso a la Información Pública (AIP), Exp. N° 55.649.
La disposición presidencial refiere que, una vez recibida la importación y antes del almacenamiento en los tanques de las refinerías y plantas de almacenaje, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) procederá, a través del INTN y a costa del importador, a la toma de muestras de cada cisterna de los productos para su análisis laboratorial.
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Además, el INTN deberá remitir al MIC, en un plazo no mayor a diez días, una copia de los resultados de la examinación de las muestras alzadas.
Sin embargo, Echeverría afirma que la institución tiene a su cargo “solamente la verificación del correcto funcionamiento, conforme al modelo aprobado, de los surtidores y dispensadores de combustibles líquidos y del suministro volumétrico exacto, dentro de las tolerancias especificadas, de los combustibles surtidos o dispensados”, afirma.
El artículo 3 del citado decreto establece que el MIC y el INTN en conjunto ejercerán el control pertinente. En cuanto a verificaciones de calidad en las estaciones de servicio, en 2021 solo 80 de 2.502 que existen en el país fueron controladas por funcionarios de las citadas instituciones, lo que representa el 3% del total, según los reportes oficiales del MIC.
De esta manera, no hay garantías de la calidad del combustible que venden los sectores público y privado, tampoco de si la cantidad de litros cargados al vehículo en cada gasolinera sea la efectivamente adquirida por el automovilista. Esta falta de control se evidencia en medio de aumentos sucesivos de los precios de los carburantes en las estaciones de servicio y se trata de una cuestión sensible por su impacto en la inflación.
Sin control, pese a los nocivos antecedentes
Cabe recordar que en abril 2012 se descubrió que Sergio Escobar, entonces titular de Petropar, autorizó la importación de diésel con casi el triple del máximo de azufre permitido por la normativa, de hasta 6.700 partes de azufre por millón, un producto calificado en su momento de “basura”, pero pagado a precio de un gasoíl de primera. Esta situación es considerada nociva para la salud, razón por la que Escobar ya en aquel entonces fue procesado.
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¿Y la Sedeco?
El ministro de la Secretaría de Defensa al Consumidor (Sedeco), Marcelo Estigarribia, confirmó que existen expedientes abiertos de denuncias de ciudadanos con relación a la comercialización de combustibles. Sin embargo evitó dar declaraciones al respecto, sino que pidió a ABC que canalice la consulta a través de AIP, cuyo plazo de respuesta es de 15 días hábiles, que sería aproximadamente dentro de un mes.
Se insistió en una entrevista para obtener información general pero el ministro no respondió.
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Emblemas ¿con promociones?
El viernes y sábado últimos, emblemas privados sorprendieron a la ciudadanía con descuentos de G. 400 por litro en sus combustibles, ya que desde hace semanas, voceros del sector alegan que necesitan ajustar la tarifa de sus productos ante el aumento de los precios internacionales en el rubro. Alegan que se agota el stock disponible de combustibles adquiridos anteriormente, y ahora les sale más caro renovarlo. Hasta el momento, no hubo nuevas remarcaciones y al parecer, sólo aguardan que Petropar actualice sus precios en las gasolineras del emblema estatal.