El jugador de San Cándido, decisivo en cada eliminatoria y que en las finales ha ganado todos sus partidos, se muestra prudente ante la final con Países Bajos que puede lograr el título por primera vez y que, a pesar de no ser favorita en ninguno de sus enfrentamientos -contra España y Alemania- ha sido capaz de salir adelante.
"Va a ser un encuentro difícil, una eliminatoria difícil. Las finales, como siempre digo, son un gran privilegio del que formar parte. Los domingos, siempre es síntoma de estar en una final, y estoy muy feliz de estar aquí en esta posición. Nunca damos nada por sentado, como equipo que somos. Especialmente en la Copa Davis, nunca se sabe lo que puede pasar, como vimos lo que Países Bajos logró con España primero luego contra Alemania", recordó Sinner.
"Ni siquiera estamos sorprendidos. En la Copa Davis todo puede pasar. Simplemente tratamos de hacerlo lo mejor posible como siempre lo hacemos. Vamos a tomar algunas decisiones y hablar, ver quién va a jugar y cómo vamos a jugar el domingo. Y eso es todo. Es una competición muy impredecible, así que estoy feliz de estar en esta posición de nuevo, y veremos", añadió el número uno del mundo.
Sinner ganó con autoridad al noveno jugador del mundo, Alex de Miñaur. "Sentí que estaba jugando un poco diferente y tuve que ser muy cuidadoso en eso. Estaba sacando muy, muy bien. Pero cada partido es diferente. No importa mucho el marcador o no. Es simplemente diferente. Me sentí mucho mejor en la cancha que el primer día, por ejemplo, aunque el marcador fue diferente al del primer día. Pero esa fue mi sensación en la cancha; estoy tratando de acostumbrarme al ritmo de la cancha".
Ante de Miñaur "fue un partido de muy alta calidad por parte de los dos". "Fue solo un quiebre en el primero y un quiebre en el segundo, pero si mantiene el servicio en 4-4, podría ser un 'tiebreak', y ahí nunca se sabe lo que sucederá. Fue un partido muy parejo".
"He logrado mucho este año pero trato de no dar nada por sentado", indicó Sinner, que reconoció que esta temporada tenía la sensación de haber logrado ser más consistente en el saque. "Hay momentos en los que tengo problemas igual en el fondo de la cancha; y un buen servicio ayuda para luego tener un tiro fácil. Sentí que esto estaba funcionando bastante este año", agregó Sinner, que destacó el apoyo en Málaga de los seguidores italianos.
"El público ha sido increíble. Una vez más, tenemos mucha suerte de que los aficionados italianos sean muy apasionados, muy ruidosos. Nos da algo muy, muy positivo, nos levanta especialmente cuando tenemos problemas".
El título de la Copa Davis sería la "guinda al pastel en un gran año. "Es la última competición que tenemos este año. El domingo será el último día oficial de torneo para todos nosotros en esta temporada. Así que estamos felices de estar aquí. Obviamente, ganar significaría mucho para nosotros, no solo por la victoria, sino también por defender nuestro título. Pero si no ganamos, sigue siendo un logro increíble jugar la final de nuevo. Hemos demostrado que no fue cuestión de suerte lo del año pasado. Estamos aquí porque somos un equipo increíble. Será un día muy intenso, muy duro, pero lo esperamos con ansias. Por supuesto que sería la guinda del pastel". EFE.
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