“No he tenido tanto tiempo para adaptarme a esta cancha, así que estoy muy feliz de cómo manejé la situación hoy”, reconoció Sinner, que compareció tras meter a Italia en semifinales de la Davis por segundo año consecutivo.
“Tenemos una gran amistad todo el equipo. Cuando la tienes fuera de la cancha, en momentos importantes y delicados te sientes un poco más seguro. Fue un muy buen partido de dobles”, dijo, en cuanto al triunfo definitivo junto a Matteo Berrettini ante los doblistas argentinos Máximo González y Andrés Molteni.
Sinner piensa que Italia tiene “un grupo muy fuerte” y advierte de que esta competición “es muy impredecible”, algo que pudieron comprobar este jueves, cayendo en el primer punto de la serie, algo que lograron revertir en los dos siguientes turnos.
“Lo vimos hoy y ayer también cómo pueden ir los partidos. Simplemente tratamos de jugar lo mejor posible y hacer un buen esfuerzo en equipo, y el resto no lo podemos controlar realmente”, apuntó.
Italia, con el doble triunfo de Sinner en individuales y en el dobles, jugará la semifinal este sábado ante Australia, una reedición de la final del año pasado.
“Voy a tener un día de descanso hasta la semifinal, así que espero que me ayude a acostumbrarme un poco más a estas condiciones. Obviamente, las canchas de entrenamiento y la del torneo tienen un ritmo ligeramente diferente”, puntualizó sobre la rápida pista dura del Martín Carpena.
Cuestionado por lo que más ha mejorado a lo largo de estos últimos años, cree que “mucho”, porque “cuando eres joven es todo un poco diferente. Las mejoras se ven un poco más rápido, el aspecto físico ha cambiado, en lo tenístico y mentalmente”.
“Puedes crecer, te conviertes lentamente en una persona más madura. Eso es todo. Siempre trato de mejorar como jugador teniendo buena gente a mi alrededor”, terminó el tenista italiano.