Sonrió Ansu Fati cuando condujo un contragolpe en el que tenía a Robert Lewandowski pidiéndole el pase para marcar, pero decidió que si alguien necesitaba el gol era él mismo. Se la jugó y culminó la acción con un gran disparo cruzado a la red que fue la mejor liberación a todo lo que llevaba encima. No ocultó su sonrisa al volver a sentir la felicidad de un gol que es la reivindicación que debe realizar un jugador, en un campo y lejos de los micrófonos. Es donde Ansu debe demostrar que merece más de Xaci Hernández y que no se ha apagado la estrella que tanto iluminaba hasta sus operaciones de rodilla.
. Los silbidos a Hazard
Alguno se frotaba los ojos en la grada del Santiago Bernabéu. Era el minuto 65 y el dorsal 7 en el tablero electrónico del cuarto árbitro anunciaba la entrada de Eden Hazard al terreno de juego. Llevaba 203 días sin jugar en Liga y sin hacerlo en su casa. La cercanía de un clásico en el que el Real Madrid necesita remontar en el Camp Nou, impulsó la decisión de Carlo Ancelotti de dar descanso a Karim Benzema.
Fue recibido con silbidos de una afición que le dio la espalda hace tiempo, cansada de esperar al que llegó al Real Madrid siendo considerado como uno de los mejores del mundo, y entre lesiones y oportunidades perdidas, nunca ofreció su nivel. Al belga no le afectó el recibimiento. Mucho tiempo después podía ver un partido en el césped en lugar del banquillo o la grada, y lo dio todo para dejar su sello. Estuvo cerca del gol y acabó asistiendo.
. Sancet con el micrófono
La imagen de un partido sin goles ni historia en San Mamés entre Athletic Club y Getafe, la dejó a su conclusión una nueva forma de dar una noticia un club a su afición. Sobre el césped, mirando a un fondo, con el micrófono en la mano, Sancet tomó la palabra. "Tengo una cosa que deciros. He renovado. Estoy muy feliz porque estoy en casas que es donde quiero estar", afirmó desatando la celebración en las gradas.
Una leyenda del Athletic Club como José Ángel Iribar, había sido el encargado de saltar al césped con una camiseta con el dorsal del año hasta el que renueva uno de los grandes protagonistas del equipo. Nadie lo esperaba y fue la imagen de la jornada. La felicidad compartida de Oihan Sancet con su gente en una innovadora puesta en escena.
. El Cádiz y las manos
La historia parece repetirse una y otra vez con el Cádiz, que vive una temporada contradictoria con el polémico asunto de las manos dentro del área. En un duelo vital por el descenso que disputó ante el Sevilla, dos imágenes quedaron marcadas en los aficionados gaditanos, que pidieron dos manos dentro del área sevillista. La primera, nada más arrancar el encuentro, cuando un balón colgado acabó dando en la mano de Pape Gueye. El colegiado César Soto Grado no apreció nada y desde el VAR le dijeron que debía continuar.
En la segunda mitad, otro jugador sevillista tocó la pelota con la mano después de que rebotara en su estómago y el Cádiz también pidió penalti sin éxito. Después del partido, Sergio González dijo que el VAR es un lío "por el tema de la ecuanimidad" y lamentó acciones similares en las que al Cádiz sí les pitan penaltis en contra, como la mano del Pacha Espino frente al Getafe. "El criterio tiene que ser unificados y todas las manos ser iguales en todos los sitios", culminó.
5. El golazo de Correa
Suplente ante el Betis, el delantero argentino del Atlético de Madrid Ángel Correa dispuso de la última media hora para desatascar un partido que marchaba sin goles en el estadio Cívitas Metropolitano. Sustituyó a Thomas Lemar y su entrada en el terreno de juego a falta de media hora fue clave para el conjunto rojiblanco, que pelea con el Real Madrid por la segunda posición.
Correa congeló el tiempo en el minuto 86, cuando se deshizo de hasta cuatro contrarios, uno tras otro, para plantarse delante de Rui Silva. No le tembló el pie y, con un golpeo certero, batió al portero luso para marcar un tanto que vale oro para el Atlético. Su golazo valió tres puntos y los hombres de Diego Simeone se mantienen a cinco puntos de distancia de la segunda plaza.