“Jordi ha influido muchísimo en mi forma de jugar, en 2021, mi primer año en la G-League, lo llamé por teléfono para que me compartiera su pensamiento de cómo funciona la liga, me ayudó a conocerla de una forma cercana”, expresó a EFE.
El granadino de 41 años tuvo una corta carrera como jugador que se frustró por lesiones, tras lo cual abandonó el baloncesto por unos años, en los que estudió la licenciatura de economía, pero mantuvo el “gusanillo” por regresar al deporte de las canastas, algo que consiguió en 2006 cuando fue estratega de equipos de cantera la Fundación CB Granada.
En 2013 dio el salto a México, al recibir la invitación de su compatriota Sergio Valdeolmillos, entonces seleccionador del país, quien lo contrató como asistente.
Con el equipo nacional su carrera dio un vuelco ya que formó parte del cuerpo técnico que ayudó al combinado a ser campeón de América en 2013 y romper una sequía de 40 años sin ir a un Mundial, al clasificarse a España 2014.
Por el logro, las ofertas le llovieron y decidió aceptar la de los Capitanes, a los que guió a dos finales de la liga local y la 'Final Four' de la Liga de las Américas en 2018, además de ganarse la confianza de los directivos para mantenerlo cuando en 2021 inició la aventura en la G-League.
Díaz no tenía experiencia en el baloncesto estadounidense, que sobresale por su tendencia ofensiva y contrasta con el que se practica en las competiciones FIBA, en el que la táctica defensiva juega un papel importante y en el se crió en sus primeros años en los banquillos.
Para empaparse de un nuevo mundo, Díaz recurrió a Fernández, quien desde 2009 pertenece a equipos de la NBA, primero como entrenador de desarrollo de jugadores de los Cavaliers de Cleveland y a partir de 2014 al frente de la sucursal de la G-League de los Cavs, después de lo cual, en 2016, empezó un largo camino como asistente en la NBA, al pasar por los Denver Nuggets y los Sacramento Kings.
El granadino cree que eso le ha dado un plus en la G-League al ayudar a jugadores estadounidenses a ser útiles no sólo para fichar en la NBA, sino en equipos europeos.
También se ha adaptado al rol de los entrenadores en la NBA, en la que tienen menos protagonismo en el vestuario y sobre todo, en el caso de la G-League, deben formar jugadores que lleguen a la asociación, algo que da más prestigio que las victorias.
Desde 2021, Díaz ha logrado que ocho jugadores de los Capitanes sean fichados en la NBA, cuatro de ellos latinoamericanos, los dominicanos Justin Minaya y David Jones, el mexicano Juan Toscano-Anderson y el brasileño Maozinha Pereira.
Su maduración como estratega no solo le ha dado un prestigio en Estados Unidos, sino a nivel internacional, ya que desde este año es seleccionador de las categorías inferiores de Canadá, adonde llegó por invitación de Jordi Fernández, quien es el entrenador del equipo absoluto.
“Cada vez se habla más de mí, no solo aquí en México, sino a nivel internacional, pero sigo siendo la misma persona que era hace cinco años, un trabajador incansable, una persona que cree que dentro de mi trabajo he sido bastante humilde y que tengo muchas cosas todavía que mejorar y muchos pasos que dar”, destacó.