El “arroyo” y la “laguna” están así hace varios días, nos dijo Kevin Zaracho, quien todos los días pasa por el lugar. Un equipo de nuestro diario corroboró la preocupación del caminante y efectivamente se trata de una monumental pérdida. La correntada que baja por Las Palmas embiste al otro cauce que viene por Argaña y se desparrama sobre la avenida destruyendo el asfaltado.
Lo llamativo es que hace meses está en esas condiciones y la Essap no repara las pérdidas que se tiene sobre estas arterias. Los vecinos nos indicaron que hicieron llegar las quejas a la aguatera, pero no hacen caso a las quejas.
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Las dos avenidas tiene una suerte de canaletas a los costados y la cantidad de agua perdida y la fuerza que adquiere en la bajada hace que gane el asfaltado, que está deteriorada por el paso de los vehículo.
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Los directivos de la Essap deberían molestarse e ir al lugar. En la mismas condiciones está la avenida Bruno Guggiari desde Las Palmas hacia Lambaré.