La investigación, publicada en la plataforma web de la revista especializada Science, parte de la premisa de que los insectos -en este caso los pulgones- utilizan su sentido del olfato para percibir sustancias químicas emitidas por otros organismos, lo que genera una respuesta conductiva en los primeros.
Entre los receptores olfativos existen unos específicos que son activados por las feromonas de alarma, la sustancia que segregan los pulgones debido a la presencia de un enemigo natural u otros peligros, indica el estudio.
Las feromonas contenidas en esa sustancia son olidas por los pulgones cercanos, actuando como una advertencia para que escapen, indica el estudio.
Mediante el uso de microscopios de crioelectrones, los científicos estudiaron la estructura de esos receptores de alarma en los pulgones y descubrieron el mecanismo por el cual estos insectos reconocen las feromonas que alertan del peligro, lo que brinda una nueva perspectiva para entender las interacciones entre insectos.
El investigador del Instituto de Genómica Agraria de Shenzhen (sur) y director del proyecto, Wang Guirong, destacó la importancia tanto científica como práctica del descubrimiento, que puede servir de guía para el desarrollo de sistemas de control de plagas inocuos para el medioambiente.
Junto a Wang, también participaron en la investigación científicos de la Universidad Agraria de Huazhong y del Instituto de Protección Vegetal, ambas pertenecientes a la Academia China de Ciencias Agrarias.