Tal como estaba previsto, el satélite partió en lo alto de un cohete pesado Delta IV de ULA, dentro de la misión NROL-70, a las 13.06 hora local (17.06 GMT) desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral.
La misión denominada NROL-70 supone el último viaje de la histórica familia de cohetes Delta, que ha formado parte de las misiones que mandaron a la superficie de Marte los robots exploradores (‘rovers’) Sojourner, Spirit y Opportunity.
El Delta IV Heavy “ha hecho una tremenda contribución a nuestra nación, a la exploración y la seguridad nacional”, dijo Tori Bruno, director general de ULA, tras el despegue del cohete, una misión con la que “se cierran seis décadas de legado de excelencia en el espacio”.
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“Vamos a retirar este venerable cohete que ha hecho un trabajo tan importante para nuestro país. Es el último lanzamiento de un Delta IV”, añadió Bruno, ingeniero aeroespacial y director general desde 2014 de ULA.
Un satélite espía de EE.UU. en la última misión del cohete Delta
El Delta IV Heavy transporta un encargo de la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO, por sus siglas en inglés) del Gobierno estadounidense, que no ha ofrecido mucha información sobre la carga útil del cohete, salvo que proporcionará “datos de inteligencia a los principales responsables políticos de EE.UU., la comunidad de inteligencia y el Departamento de Defensa”.
En las imágenes emitidas en directo por ULA se apreció cómo, cuatro minutos después del despegue, se producía la separación del satélite y, unos minutos después, se apartaba del casquete exterior que lo recubre.
Este fue el decimosexto vuelo de un Delta IV Heavy, un cohete de 71,6 metros de alto, incluido el carenado de casi 20 metros, que entró en servicio en 2004 y que ULA va a reemplazar por otro de última generación llamado Vulcan Centaur.
Será, de igual modo, el vuelo número 389 y el último del programa Delta, que se puso en marcha en 1960.
La nueva gama de cohetes Vulcan Centaur
Bruno señaló recientemente que la nueva gama de cohetes Vulcan Centaur de la compañía ha sido construida para “misiones desafiantes” como la NROL-70, pero que podrán acometerse a un 70 % menos de costo.
El futuro de ULA se sostendrá entonces en los Vulcan Centaur, que tuvo un primer vuelo de prueba en enero de este año y que reemplazará tanto a la gama de los cohetes Delta como a la familia de los Atlas. A esta última aún le queda poco más de una decena de vuelos por cumplir antes de su retiro definitivo
Esta ha sido, pues, la decimosexta y última misión de la histórica gama de los cohetes Delta.