Ante una expectación mediática y una palpable emoción en el equipo técnico del centro, llegaba Jane Goodall, una referente científica de la etología del siglo XX.
El centro está en la carretera de La Esperanza, en el municipio tinerfeño de La Laguna, y sus instalaciones disponen de dos viveros, un espacio para la rehabilitación de especies en estado de gravedad así como almacenamiento ante la extinción y control de incendios forestales.
La mayoría de los animales que se atienden son aves, reptiles y cetáceos, y en cautividad cuervos y halcones, especies en peligro de extinción.
Lea más: Liberan en el Pacífico de Nicaragua otras 5.000 tortugas de palama, especie en peligro
Goodall ha recorrido los espacios junto a personal técnico y autoridades del Cabildo de Tenerife, y se ha interesado por especies endémicas, como el pinzón azul, y otras aves afectadas por la contaminación lumínica, como la pardela cenicienta.
Lea más: Unite al canal de ABC en WhatsApp
Jane Goodall bautiza a una tortuga y le dieron un reconocimiento
Asimismo, ha sentido curiosidad por los cachalotes, además de por los insectos, sobre los que ha preguntado si también se han visto afectados ante el uso de pesticidas y herbicidas.
El equipo del centro de recuperación de La Tahonilla ha obsequiado a la doctora con una placa, en la que ha quedado patente su visita durante esta jornada.
Goodall ha agradecido el reconocimiento así como la labor de todos los presentes, con una historia de cuando visitó Canarias por primera vez, en 1957, cuando viajó a África e hizo una parada en el archipiélago, porque “entonces no había tantos aviones, y emprendió el viaje en barco”.
Sobre sus aventuras por todo el mundo, Goodall lamenta que “es triste” observar como “en todas partes” se repite un mismo patrón, de forma que desea que, pronto, la humanidad despierte ante la pérdida de su biodiversidad.
Jane Goodall bautiza a una tortuga que será liberada
Durante la visita, la doctora ha observado el espacio de recuperación de tortugas en situación grave, también ha visto la UVI, en donde están alojados cernícalos, búhos y aguilillas, así como el quirófano del centro.
También ha disfrutado del santuario de tortugas, piscinas al aire libre y acondicionadas para la especie que está en buen estado y lista para una inminente liberación.
Goodall ha dado la enhorabuena por la labor que se realiza en el centro, del que ha destacado su compromiso por aprovechar las especies “que han muerto por nuestra culpa” para un fin científico: la investigación.
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha agradecido la presencia de la activista y “referente de mujer científica en el siglo XX”, que ha calificado de “todo un honor y orgullo”.
“Goja”
Al término de la visita, Jane Goodall ha declarado ante a los medios de comunicación “el auténtico gusto que le supone ver el cuidado que se brinda a los animales, especialmente a las tortugas, de cara a su puesta en libertad”.
Asimismo, sobre estas últimas especies, ha anunciado que mañana se podrá liberar una tortuga bajo un nombre que ella ha elegido: la fusión de las primeras dos letras de su nombre y apellido a la inversa, es decir, ´Goja´.
“Ahora habrá una tortuga que nade en el océano y rezaré porque no vuelva a herirse”, ha dicho.
Ha recordado Goodall los programas del instituto que lleva su nombre y que trabajan por el cuidado y la divulgación en materia de animales en peligro de extinción, como es el caso del proyecto Raíces y Brotes, que se realiza en más de 70 países, entre ellos España.
Y en relación con ello, el director ejecutivo del Instituto Jane Goodall, Federico Bogdanowicz, ha especificado que mañana, en la playa de El Porís, adultos y niños de este proyecto harán una limpieza de la playa para promover la preservación de los océanos.