El reparto de estrellas en la Vía Láctea sigue un patrón demográfico

Un equipo de astrónomos dirigido por Jon Zink de Caltech utilizó datos del Telescopio Espacial Kepler de la NASA para realizar una especie de estudio demográfico de la galaxia.

El centro de la Vía Láctea en luz infrarroja, visto por el Telescopio Espacial Spitzer.Europa Press
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Un equipo de astrónomos dirigido por Jon Zink de Caltech utilizó datos del Telescopio Espacial Kepler de la NASA para realizar una especie de estudio demográfico de la galaxia.

Kepler, retirado por la NASA cuando se quedó sin combustible en 2018, dedicó nueve años a la observación de exoplanetas. Durante sus misiones primaria y secundaria, llamadas Kepler y K2, el telescopio espacial descubrió más de 3.300 planetas confirmados, así como muchos candidatos que aún no han sido confirmados.

El equipo de Zink utilizó técnicas actualizadas para eliminar el ruido en los datos y ordenar el recuento de planetas.

Para mantener la coherencia del análisis, sólo los planetas con períodos orbitales (años) de uno a 40 días hicieron el corte final, dejando 2.038 planetas para la muestra utilizada en el estudio, informa la NASA.

El reparto de estrellas en un mapeo estelar

Luego aplicaron un mapeo estelar de precisión de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea para establecer firmemente las posiciones de las estrellas anfitrionas de los planetas en relación con la Vía Láctea.

Esto reveló una “tendencia de ubicación galáctica”. Las estrellas suben y bajan en el plano galáctico durante decenas de millones de años mientras orbitan el centro de la galaxia; los que se encuentran lejos del plano galáctico, según el estudio, albergan menos exoplanetas súper Tierra o subNeptuno.

El artículo sobre el nuevo descubrimiento menciona varias posibles razones para este patrón. Lo que el artículo llama estrellas de “alta amplitud” (aquellas que se alejan más de la Vía Láctea a medida que oscilan en sus órbitas a lo largo del tiempo) también son probablemente más viejas a medida que avanzan las estrellas.

Si la inestabilidad gravitacional se produce en estos sistemas más antiguos, podría causar que algunos de sus planetas sean expulsados.

O bien, estos sistemas podrían tener diferentes abundancias de ciertos elementos, lo que afectaría en primer lugar la manera en que forman los planetas.

El reparto de estrellas y los gigantes gaseosos

Otra tendencia sorprendente surgió del estudio. Los astrónomos y científicos planetarios tradicionalmente consideraban que los “sub-Saturnos” (gigantes gaseosos similares a Saturno, pero más pequeños) estaban estrechamente vinculados a planetas similares a Júpiter durante el proceso de formación de planetas.

En cambio, para períodos orbitales de más de 10 días, el estudio encontró tres veces más sub-Saturnos que Júpiter cálidos (mundos similares a Júpiter más calientes que nuestro propio Júpiter, aunque no entre los más calientes).

Eso sugiere que la relación verdaderamente estrecha durante la formación de planetas es entre sub-Saturnos y sub-Neptunos, no entre sub-Saturnos y planetas jovianos.

La investigación se publica en The Astronomical Journal.

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