Félix de Azara nada consignó sobre el nombre de esta ave. Bertoni la catalogó como Chululú.
Nuestro naturalista mató de un escopetazo, en la orilla de una laguna, al individuo que describió. En sus Apuntamientos advirtió que esta ave era estacionaria y escasa en el Paraguay; que no la había visto en el Río de la Plata; y, que la había encontrado -siempre sola- en las orillas limpias de las lagunas, todo esto en cuanto a su Chorlito rabadilla blanca. De su Chorlito pardo picado de blanco dijo:
“Siempre lo he visto en las lagunas del Paraguay, buscando a todas las horas del día su vida, metiéndose en el agua hasta la rodilla; y habiendo quebrado el ala a uno, nadaba y me costó trabajo cogerle”.
Nomenclatura
Sonnini indicó que resultaba muy difícil poder distinguir con exactitud a las especies de esta familia, pues todas se asemejan en los colores de su plumaje y su distribución, los que además suelen variar según la edad o el sexo, no obstante, consideró como muy probable que el Chorlito rabadilla blanca de Azara sea el Yacatoptil de México descrito por Fernández al que Buffon, y otros naturalistas, denominaron Chevalier aux pieds rouges (Tringa erythropus).
Respecto al Chorlito pardo picado de blanco concluyó que era muy semejante al Chevalier aux pieds jaunes de su edición de las Obras de Buffon (Tringa flavipes), aunque puntualizó que sus descripciones no se ajustaban del todo.
Pero ambos chorlitos de Azara son el Scolopax melanoleuca descrito en 1789 por Gmelin, en su edición del Systema Naturae (1, pt. 2, p. 659).
El epíteto que identifica a esta especie está formado con las palabras griegas melas/negro y leukos/blanco, en razón de que su cuerpo es blanco y negro.
Costumbres
Sobre las costumbres del Mbatui guasu comentó Azara solamente que:
“nada me supieron decir (…) Vive de lo que se encuentra en los bañados y lagunas, pero no flota sobre las aguas”.