Según las conclusiones, el nuevo tratamiento indujo la estabilización en algunos meduloblastomas, en un contexto en el que no había tratamientos eficaces disponibles; la investigación se publica en la revista Clinical Cancer Research.
El ensayo clínico fue dirigido por científicos del Atrium Health Levine Children’s Hospital y del Massachusetts General Hospital, en Estados Unidos, y, según sus responsables, el anticuerpo, denominado TB-403, fue bien tolerado por los pacientes.
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Se trata de una nueva terapia de anticuerpos bloqueantes capaces de dirigirse a una proteína que es fundamental para la capacidad de multiplicación y propagación de las células del meduloblastoma, informa el hospital en una nota.
En concreto, el anticuerpo reconoce a una proteína llamada factor de crecimiento placentario (PlGF), que en algunos tipos de tumores malignos está sobreexpresada.
Estabilización de la enfermedad
En el ensayo clínico en fase 1 participaron quince niños en recaída o con resistencia a los tratamientos estándar; todos recibieron dosis crecientes del anticuerpo contra PlGF.
Aunque no hubo respuestas tumorales parciales (reducciones significativas del tamaño del tumor), en los pacientes con resistencia a los tratamientos, siete de los once niños experimentaron una estabilización de la enfermedad -detención de la progresión- que persistió durante más de cien días en cuatro de ellos.
Los investigadores concluyeron que la terapia con TB-403 fue bien tolerada e indujo la estabilización de la enfermedad en algunos meduloblastomas en un contexto en el que no había tratamientos eficaces.
“Estos resultados indican que este tratamiento debería probarse en estudios más amplios de niños con meduloblastoma avanzado y quizás en etapas más tempranas, en combinación con terapias estándar”, señala la autora principal del trabajo, Giselle L. Saulnier Sholler.
Hay que seguir investigando
El meduloblastoma puede ocurrir a cualquier edad, pero con mayor frecuencia se presenta en niños pequeños y, aunque es poco habitual, es el tumor cerebral canceroso más común en los menores.
La eficacia de los tratamientos actuales es alta, pero todavía hay un porcentaje de niños que muestra resistencia a los mismos, de ahí la necesidad de seguir investigando.