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Hoy en día, la tecnología nos da una herramienta valiosa para tratar de lograr este objetivo: la ósmosis inversa.La ósmosis inversa es el sistema por el cual el agua salobre se hace pasar, a presión, a través de una membrana llamada semipermeable, la que retiene parte de las sales disueltas dejando pasar solo el agua potable.
En realidad, no es exactamente que "retiene las sales", sino que no las deja pasar y salen disueltas en lo que se llama "agua de rechazo". Pero, naturalmente, este sistema también tiene sus límites.
Hasta hace tres o cuatro años era posible tratar con este medio agua con un contenido en sales hasta de 28.000 ppm (partes por millón), o sea miligramos por litro o gramos por metro cúbico y actualmente esa membrana soporta hasta 35.000 ppm.
SITUACIÓN EN EL CHACO
Hay que buscar agua subterránea que contenga, como máximo, ese contenido salino (35.000 ppm) para que se pueda utilizar la ósmosis inversa en la potabilización.
Desgraciadamente, el agua subterránea del Chaco, por lo general, contiene bastante más que ese límite. Normalmente contiene de 50.000 a 60.000 ppm de sales disueltas. Y, además, la dureza es alta y algunas veces también contiene hierro. La dureza del agua (iones calcio y magnesio) y el hierro son perjudiciales para la membrana, razón por la que deben ser eliminadas, lo que no es mayor problema.
CONCLUSIÓN
Transformar el agua subterránea salobre del Chaco en agua potable es posible, pero tiene su límite, y ese límite está dado por la cantidad de sales disueltas que contiene el agua. Hasta un contenido en sales de 35.000 ppm no hay problema, pero la dificultad comienza cuando el contenido mineral del agua supera esa cifra.
Ahora bien, lo mejor es consultar con expertos cuando uno enfrenta el problema porque la solución no es fácil de alcanzar.
(*) Químico farmacéutico
e industrial.
En realidad, no es exactamente que "retiene las sales", sino que no las deja pasar y salen disueltas en lo que se llama "agua de rechazo". Pero, naturalmente, este sistema también tiene sus límites.
Hasta hace tres o cuatro años era posible tratar con este medio agua con un contenido en sales hasta de 28.000 ppm (partes por millón), o sea miligramos por litro o gramos por metro cúbico y actualmente esa membrana soporta hasta 35.000 ppm.
SITUACIÓN EN EL CHACO
Hay que buscar agua subterránea que contenga, como máximo, ese contenido salino (35.000 ppm) para que se pueda utilizar la ósmosis inversa en la potabilización.
Desgraciadamente, el agua subterránea del Chaco, por lo general, contiene bastante más que ese límite. Normalmente contiene de 50.000 a 60.000 ppm de sales disueltas. Y, además, la dureza es alta y algunas veces también contiene hierro. La dureza del agua (iones calcio y magnesio) y el hierro son perjudiciales para la membrana, razón por la que deben ser eliminadas, lo que no es mayor problema.
CONCLUSIÓN
Transformar el agua subterránea salobre del Chaco en agua potable es posible, pero tiene su límite, y ese límite está dado por la cantidad de sales disueltas que contiene el agua. Hasta un contenido en sales de 35.000 ppm no hay problema, pero la dificultad comienza cuando el contenido mineral del agua supera esa cifra.
Ahora bien, lo mejor es consultar con expertos cuando uno enfrenta el problema porque la solución no es fácil de alcanzar.
(*) Químico farmacéutico
e industrial.