El tren nocturno en Europa, una forma efectiva de viajar en clima retro

Al entrar en el compartimento de un tren, uno se siente brevemente confundido como pasajero inexperto de tren nocturno. Donde debería estar la litera para el viaje según el número de reserva en el boleto, solo hay un banco.

Solo después se descubre que el respaldo se puede plegar y fijar a dos soportes y, de esa forma, un asiento se convierte en dos literas. Y como todavía queda espacio hacia el techo, hay lugar para una tercera litera. Del otro lado del compartimiento sucede lo mismo, por lo que el camarote cuenta con espacio para seis personas.

Una estrecha escalera sube por delante de la ventana. Las bisagras desgastadas no son la única prueba de las décadas de uso que lleva en las vías de Europa.

Bienvenido al camarote de seis plazas de un ÖBB Nightjet. Los Ferrocarriles Federales Austriacos (ÖBB) ofrecen conexiones ferroviarias nocturnas entre varias ciudades, como por ejemplo de Hamburgo a Innsbruck, Múnich a Roma, Stuttgart a Venecia o Berlín a Zúrich.

El viaje elegido para la prueba conecta Berlín con Basilea. Parte a las 21:00 horas, con horario de llegada a las 7:20, con paradas intermedias en Leipzig y Fráncfort, entre otras.

Se puede hacer el mismo recorrido de día con una conexión directa entre las dos ciudades del ferrocarril de alta velocidad ICE de la compañía alemana Deutsche Bahn, sería casi tres horas más rápido. Pero simplemente se pasaría todo el día en el tren. Esta es una ventaja del tren nocturno: va más lento, pero a la vez ahorra mucho tiempo.

“Al principio piensas que el viaje será muy largo”, dice Patrick Neumann. “Pero en realidad uno se ahorra un día porque al llegar descansado se pueden empezar las actividades enseguida”, explica el experto de “Back-on-Track”, una iniciativa que impulsa el regreso de los trenes nocturnos en Europa.

Neumann destaca que como el viaje de regreso parte en general entre las 18:00 y las 23:00, se dispone entonces de otro día completo en el lugar.

A esto se suma el hecho de que, comparativamente, es un viaje con mayor conciencia ambiental.

La huella de dióxido de carbono (CO2) que deja un pasajero en un tren nocturno es muchas veces menor a la que hubiera generado recorriendo el mismo trayecto en auto o en avión.

Y el factor nostálgico también suma, porque, al fin y al cabo, el tren nocturno es una forma de viajar cuya historia se remonta hasta mediados del siglo XIX.

El viaje comienza tranquilo, sin compañeros de camarote. En Leipzig se suma una pareja joven. Con tres personas y su equipaje, el compartimiento para seis pasajeros, y con un pasillo entre literas de solo medio metro, comienza a sentirse bastante lleno.

A la mañana siguiente, cuando el revisor entrega el desayuno incluido en el precio del billete, se necesita un poco de habilidad y consideración para asegurarse de que nadie patee accidentalmente al otro al abatir los respaldos del medio para colocar los bancos. ¿Cómo sería si hubiera realmente seis personas?

En Europa Central se suele poder elegir entre literas y coches cama, explica Sebastian Wilken, que escribe sobre viajes en tren en el boletín “Zugpost”.

Para dejar clara la diferencia, Wilken apela a una comparación: “Una litera es un albergue juvenil sobre ruedas, un coche cama es más bien un hotel sobre ruedas con más servicios”.

Patrick Neumann, como experimentado usuario de trenes nocturnos, brinda dos consejos:

1. Ordenar el equipaje de antemano. “Los compartimentos no son salas de baile, hay poco espacio”, dice Neumann. El cepillo de dientes debe estar arriba de todo en el equipaje, a mano. De lo contrario, se pueden sufrir lesiones rebuscando en la maleta. En general, es mejor no llevar más de una pieza grande de equipaje en el tren nocturno.

2. Llevar un par de bebidas y compartirlas con los demás pasajeros del compartimento para pasar una velada agradable. Un viaje nocturno en tren suele servir también un poco al entendimiento entre los pueblos y culturas. Quien quiera estar solo, tendrá que reservar un compartimento privado.

La noche de camino a Suiza va bien, aunque quizás la situación no permita dormir profundamente. La litera dura, un poco corta, más las sacudidas del tren y el silbido constante de la ventilación... Probablemente sea una cuestión de costumbre. En resumen, se arriba por la mañana no muy descansado, pero tampoco agotado.

“Algunos duermen muy bien porque les gusta el balanceo. Otros tienen más problemas si tienen un sueño liviano”, dice Wilken. En cualquier caso, en los camarotes con literas o en los coches camas suele haber kits nocturnos con antifaces y tapones para los oídos. También se incluyen almohadas y una manta. Y las ventanas pueden oscurecerse.

La empresa de ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn interrumpió su oferta de trenes con instalaciones para dormir a finales de 2016, la austriaca ÖBB se hizo cargo de los vagones y continuó con parte de la oferta.

No obstante, la compañía alemana ofrece aún trayectos nocturnos con sus trenes rápidos. Pero el tren germano Intercity que conecta Zúrich y Berlín, por ejemplo, solo ofrece asientos. El viaje de regreso a la capital alemana es en ese tren nocturno y se extraña mucho la dura litera del ferrocarril austriaco.

Los trenes nocturnos de ÖBB tienen una gran demanda. Wilken subraya que incluso los trayectos que unen el norte y el sur de Alemania son populares y en general van completos.

“En especial quien quiera más confort y viajar en un coche cama de lujo con ducha deberá reservar su lugar con meses de anticipación”, explica.

Aunque se espera que este año ruede por las vías el primero de las casi tres docenas de nuevos Nightjets, según el experto en viajes ferroviarios, aún deberá pasar un tiempo hasta que este problema de capacidad esté realmente resuelto.

La compañía austriaca ÖBB tiene objetivos ambiciosos. Sabine Stock, responsable de transporte de pasajeros, anunció hace un año que la empresa quiere duplicar el número de viajeros de trenes nocturnos hasta alcanzar los tres millones anuales en 2026.

Es un anuncio que refuerza la impresión de que los trenes nocturnos están en alza en Europa y pueden volver a hacer frente a las aerolíneas de bajo coste, que ya no vuelan a precios de dumping absoluto entre ciudades europeas.

“Los trenes nocturnos se han hecho más populares en los últimos años”, dice Wilken. “Eso tiene que ver con una mayor conciencia sobre el clima, pero también con la pandemia, ya que algunas personas se han sentido más cómodas viajando en un compartimento pequeño que en un vagón abierto y grande con muchas otras personas”, explica.

La oferta crece. Desde finales de mayo circula, por ejemplo, un tren de la compañía European Sleeper, de Bélgica y Países Bajos, que tres veces por semana conecta Bruselas con Amsterdam y Berlín. Neumann apunta que la última vez que hubo esta conexión fue hace casi 15 años.

El experto anuncia además que a partir de diciembre, después de nueve años, también existirá la perspectiva de una conexión nocturna entre Berlín y París, ofrecida por ÖBB.

En Europa hay una formidable red de trenes nocturnos que ruedan a través de los Balcanes, a través de Europa del Este, Escandinavia y el Reino Unido.

Debido a que cada proveedor a menudo solo mapea sus propias rutas, se recomienda confiar en el trabajo de los entusiastas del ferrocarril para obtener una descripción completa.

“Back-on-Track”, por ejemplo, ofrece un mapa con las conexiones actuales en el sitio web nighttrains.net.

Para poder dar una mirada al mundo de los trenes nocturnos en Europa y el resto del mundo se puede entrar a los mapas, muy estéticos, del diseñador y arquitecto Jug Cerović en la página web night-trains.com. Porque incluso en otros continentes se puede subir al tren por la noche y despertarse a la mañana siguiente en el destino deseado.