Ferreiro reconoce balance negativo

El intendente de Asunción reconoció que el saldo es negativo al momento de hacer un balance de su gestión en el año 2018. Dijo que falta mucho, pero rescató que existen obras grandes en proceso, como la construcción de dos viaductos.

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En su resumen del año 2018, el jefe comunal no negó que el balance sea negativo y que existe una deuda con la ciudadanía en cuanto a su gestión por la mejora de la ciudad.

Con calles repletas de baches y proyectos rimbombantes, como el de la bicisenda, postergados, Ferreiro dijo que lo que queda es ir “reduciendo según nuestras posibilidades” la deuda con la ciudadanía.

A su vez, le pasó la pelota a la Essap, pues dijo que diariamente recibe fotos de pozos que se asemejan a “torrentes de agua” y que debe llamar al presidente de la Essap, Natalicio Chase, a pedirle que envíe sus cuadrillas. “Recién una vez que Essap tapa los caños comienza el proceso. Se para la hemorragia y se hace la cobertura y el recapado de ese lugar”, explicó el intendente.

“Lastimosamente, no hay una solución mágica que nos diga dónde hay agua y va a desaparecer y ahí vas a poder hacer tu asfaltado. O esas máquinas rusas que vemos por WhatsApp que en cinco minutos solucionan los problemas de las ciudades (en referencia a una topadora que pasa por encima a los autos mal estacionados). Acá hay que asumir que hay un pasivo de infraestructura de muchos años, que algunos calculan en 2.000 millones de dólares”, enfatizó Mario Ferreiro.

Dijo que no niega la existencia de los baches, pero que también es necesario “ver qué impresión tiene Essap prevista para solucionar las cañerías rotas”.

Señaló que “no quiere mentir” y que la problemática no se resolverá inmediatamente, pues hay que esperar que el Gobierno nacional “invierta a un alto nivel para ir cambiando las cañerías de la ciudad y completar el desagüe cloacal”.

Agregó que la responsabilidad con la aguatera estatal es compartida, pues “donde hay agua es igual a Essap, donde hay baches sin agua es culpa de la Municipalidad”.

Contó que se cerraron 26.000 baches en 2018, pero que aun así se vuelven a abrir como 10.000. “Vamos siempre con esa lógica de tapar y abrir, si la cañería es antigua, se van a abrir otra vez”, mencionó.

Con respecto a la bicisenda de la calle Iturbe, dijo que “ya está en el proceso de socialización y explicación del método”. En realidad, su habilitación estaba anunciada para octubre pasado, pero nunca ocurrió y ahora la obra -chapucera a todas luces- ya está deteriorada. 

“Necesitamos la cultura de entender que estacionar del otro lado de la calle es un sistema de convivencia”, dijo el intendente.

Contó que se está trabajando en la financiación para el desagüe pluvial, que solucionaría el problema del levantamiento del asfalto.

Además, habló de un proceso para la construcción de dos viaductos que fueron ofrecidos por el Gobierno Nacional, uno en Fernando de la mora y República Argentina, y otro en la intersección de Luis María Argaña y General Santos.

Se refirió también al viaducto Botánico, que tendrá 1.600 metros y destrabará el problema de enganche entre Costanera Norte y Avda. Ñu Guasu, pasando por Primer Presidente. “Esto permitirá el paso de miles de automovilistas que se quedan trabados”, dijo, al tiempo de reconocer que se deforestarían árboles, pero se trabajará con algunas ONG para la reforestación.

Finalmente, el jefe comunal dijo que tiene la esperanza de que en los últimos años que le quedan en el cargo se puedan completar las obras que faltan. Ferreiro debe dejar la intendencia a fines del año 2020. 

 

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