Fiestas sin culpa

Se aproximan las fiestas de fin de año y las celebraciones cargadas de tentadores banquetes que pueden causar estragos a la hora de cuantificar las calorías. El nutricionista Antonio Danei* ofrece algunas pautas saludables para festejar sin culpas.

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“Las pautas saludables de alimentación implementadas durante todo el año deben mantenerse en las fiestas, y solo es cuestión de realizar adaptaciones a los platos tradicionales para disfrutar de los momentos y alimentos sin culpas”, remarca Danei.

Error común

El hecho de saltarse comidas en el día para arrasar con la mesa en la cena suele ser una práctica común que está mal, porque se deben realizar el desayuno, la media mañana, el almuerzo y la merienda previamente, ya que de ese modo no se llega con tanta hambre a la noche y se respeta la distribución del valor calórico total de la jornada. 

La pregunta que muchos se hacen a un costado del árbol de Navidad es si probarán todas las preparaciones que están en la mesa. La respuesta es “comer lo justo”. Se deben elegir las comidas menos calóricas, preferir ensaladas frescas y carnes sin salsas. La planificación resulta fundamental, además es ideal realizar un esquema mental de lo que se debe consumir en calidad y cantidad.

La “cenabuena”

El menú adecuado para una cena en las fiestas consta de un plato de entrada que puede contener verduras frescas o cocidas al vapor, acompañadas de frutos secos y aliñadas con aceite de oliva. El plato de fondo puede incluir cualquier tipo de carne, como el tradicional pavo, acompañado de papines al horno o arroz. Como postre, una taza de clericó light, que tiene como ingrediente en cada porción: media manzana, dos rodajas finas de piña cortadas en cubitos, un poco de uvas y jugo de naranja.

Observando las góndolas de supermercados llenas de paquetes de panettonne, recibimos la invitación para realizar un viaje imaginario a las fiestas de fin de año. Recordemos que para abordar, solo está permitido el exceso de felicidad y no de comida. Muchos preguntarán, ¿puedo comer pan dulce? La respuesta será brindada por sus nutricionistas de cabecera, debido a que la determinación del consumo de un alimento es personalizada cuando hay alguna enfermedad diagnosticada. Pero vayamos al ejemplo de personas que estén sanas y quieran degustar porciones de pan dulce: sí, ¡pueden hacerlo!, aunque deben evitar los excesos. También se debe cuidar el momento, ya que no es conveniente consumir pan dulce como postre. “Imagínense una cena de Nochebuena con variedad de comidas y bebidas de todos los colores y, además, pan dulce. Que no pase eso, porque las calorías subirán más alto que el trineo de Papá Noel y la mala digestión nos hará ver estrellitas, pero no precisamente fuegos artificiales. Una rebanada de pan dulce en el desayuno o la merienda está bien”, aconseja.

Momento del brindis 

Las bebidas más consumidas en estas fechas son la sidra, cerveza y vino. Sea cual fuese, lo importante es la cantidad que será ingerida. Es recomendable consumir alimentos para retrasar la absorción del alcohol, de esa manera se absorbe con más lentitud, ya que cuando hay alimentos sólidos, el estómago cierra la válvula que da paso al intestino delgado para que se pueda digerir la comida. Beber una sola copa puede no ser dañino, pero tomar en exceso será perjudicial. Como primera medida es recomendable no pasarse con los licores, whiskies u otras bebidas de alto grado alcohólico. Tampoco deben mezclarse las de distinta graduación alcohólica. En el caso de que se haya bebido demasiado, se recomienda tomar té verde o de boldo a la mañana siguiente, ya que reduce la contracción muscular y tiene efectos positivos para el estómago. 

Es conveniente señalar la importancia del agua en estos casos, porque ayuda a recuperar los minerales y oligoelementos perdidos. El alcohol tiene un valor de 7 cal/g y este número se aproxima al de las grasas, que contienen 9 cal/g. El alcohol aporta calorías vacías debido a que no alimenta y por eso hace que las personas aumenten de peso.

Conservación de alimentos

¡Cuidado con la comida recalentada! El tiempo máximo que debe pasar para que la cena navideña pueda conservarse en buen estado es de solo un día. Se debe evitar guardar los alimentos por más de ese periodo y tener especial cuidado con las comidas que contengan aderezos.

Reflexión de fin de año

La prevención es la clave. Si uno quiere disfrutar de un buen momento, no debe pasarse de platos ni copas. La resaca del día después es consecuencia del exceso de alcohol que golpeó el hígado y movió la estantería de todo el cuerpo, con deshidratación, dolor de cabeza y estómago, mareo, etc. “El alcohol, tras su metabolismo hepático, generó acetaldehído y eso se convirtió en resaca. Y bueno, si sucedió, se puede recurrir al consumo de alimentos ricos en el aminoácido cisteína (huevo y leche) para contrarrestar al acetaldehído y mitigar el malestar. La salud se gana con la prevención, pero su mantenimiento es tarea de todos los días del año, en especial en estas fechas festivas cargadas de tantas tentaciones gastronómicas. ¡Salud para todos!”, finaliza.

* Lic. Antonio Danei.

Registro profesional n.º 246

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