Los vinos blend

Al parecer, el tema de los vinos blend gustó mucho la semana pasada. Es más, me volvieron a preguntar sobre ese tipo de vinos específicamente, de modo que hoy escribiré un poco más sobre ello para despejarles todas las dudas.

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Cabe entender que el vino blend no es una marca, sino un estilo de vino que se puede producir en todo lugar donde se planten uvas vitiviníferas. Consiste en la mezcla de diferentes vinos varietales, para llegar a hacer un vino casi perfecto, según el paladar del enólogo.

Los vinos también pueden ser de orígenes diferentes, en el caso de los “Vinos de Mesa” que se encuentran comúnmente en Europa. Estos vinos suelen ser blend de diferentes orígenes, pudiendo la composición de un vino ser, por ejemplo, un Tempranillo de España con un Syrah de Francia y un toque de Sangiovese de Italia. Evidentemente, este es un ejemplo de un blend compuesto de uvas de tres países en un mismo vino, el resultado puede ser increíble y de gran calidad, está totalmente autorizado y, no por ser un “Vino de Mesa” tiene que ser considerado un vino “barato”. Si el vino base para realizar el corte era de una excelente calidad, el resultado será siempre de buena calidad.

Argentinos

Cuando hablamos de vinos blend en Argentina, la gran mayoría de las veces (y algo casi obligatorio) es que en su composición mayoritaria sea de un vino proveniente de la uva emblemática de ese país, el Malbec. Puede suceder que el porcentaje de Malbec en el blend varíe mucho según el enólogo o la bodega; puede ser de tan solo un 30 % o, inclusive, llegar a ser superior, como el 75 %.

La idea es siempre “cortar” al vino base principal con otros varietales para darle más cuerpo, o más suavidad, o más robustez, o más taninos, o más elegancia… Para lograr todo ello en el producto final, el vino blend, la mano del enólogo es fundamental.

Chilenos

Los vinos blend de Chile tienen mucho de Cabernet Sauvignon como parte de su composición inicial o, inclusive, mayoritaria, pero hay una variedad que casi siempre está presente de proporciones muy variables: es el Carmenere. Esta es una uva que desde que volvió a aparecer en el mundo vitivinícola —allá por el año 1995—, es hoy símbolo de la viticultura de ese país, representándolo dignamente en diferentes concursos. Pero, sobre todo, es utilizada para dar un sabor especial a los vinos de corte o blend, ya que los suaviza y les aporta sabor a mucha fruta roja al vino, haciendo así que el mismo sea de “un paladar más fácil de beber”, siendo esa una descripción más entendible para el público en general.

Franceses

En la región del Valle del Ródano, en Francia, los vinos tintos blend son, en su gran mayoría, vinos a base de la uva Syrah. A esta base se le dan toques de uvas autorizadas por su AOC (“Apelación de Origen Controlada”), como la uva Garnacha, el varietal Carignian, el Mouvedre o el Cinsault. Los enólogos están autorizados a jugar con estas cinco variedades a fin de lograr el vino perfecto.

Cabe destacar que los vinos de corte o blend tampoco tienen que ser todos tintos, pueden ser vinos rosados, blancos, fortificados (Oporto), o ajerezados (Jerez). Como ejemplo, le puedo mencionar lo que ocurre con uno de los vinos más emblemáticos de Francia, como es el Champagne. Seguramente se sorprendan con estas líneas, pero un 90 % de los vinos que se producen en la región de Champagne son vinos blend, compuestos por tres variedades de uvas: principalmente la Pinot Noir, la Pinot Meunier y la Chardonnay. Solo en el caso de que la botella diga específicamente “Blanc de Blanc”, es que ese champagne no es un blend.

Espero que las cosas ya hayan quedado un poco más claras para todos. Los blend constituyen todo un mundo aparte entre los vinos y, también, hay que disfrutarlos.

Preciados lectores, ¡salud! y hasta el próximo sábado.

oligayet@hotmail.com

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