Silencio e intimidad, cada vez más raros

De acuerdo con el escritor británico de origen indio Pico Iyer, "hoy en día tenemos tanta información y aceleración en nuestras vidas que acabamos por conseguir todo, excepto la paz". Complementa su pensamiento afirmando que "a medida que conquistamos dispositivos para ahorrar tiempo, hay menos tiempo disponible. Y cuanto más rápido es el ritmo, más necesitamos tranquilidad, atención y amabilidad".

Posee una base fija en Japón y dice que no tiene coche, ni teléfono celular ni televisión, lo que le permite –según su testimonio– disfrutar más de los días, con la sensación de que el tiempo tiene mayor duración. "Un verdadero lujo hoy en día", concluye. Es interesante observar que vivimos en un momento en el que muchas personas tienen miedo de estar solas –diferente a la soledad– e, incluso, de preservar su intimidad. Además, dedican menos tiempo al proceso de reflexión o para encontrarse a sí mismas. Buscan la felicidad como un estado "permanente", sobre todo para demostrar a los demás –de manera cada vez más instantánea– todo lo que uno está haciendo, disfrutando o pensando. Por lo tanto, crean personajes ficticios que carecen o necesitan de admiración, envidia o que buscan convertirse en referentes en sus círculos de relaciones puramente virtuales. Ellos aborrecen la idea del fracaso, el miedo, la inseguridad, la incertidumbre, el dolor o las dudas. Valorizan las herramientas de autoayuda, la búsqueda del éxito y el optimismo permanente. Según el psicoanalista Leopoldo Nosek, "cada vez más personas tienen dificultades para mirar en su interior. Estas son las que están siempre en acción, evitando el contacto con la tierra de los sueños. Otras todavía tienen una ceguera hacia lo que es conflictivo, contradictorio y oscuro".

Continúa diciendo que "vivir feliz es un sueño infantil. La idea de no tener conflictos y problemas es una negación de la realidad. Esto no es vivir feliz, sino tener anestesiada una parte de la vida. Una persona que cree en ello no vive la crisis de los niños, las cuestiones amorosas, los duelos. Piensa en soluciones. Yo llamo a estas, 'personas solucionáticas´".

Otra experiencia digna de mención sobre la manera de encarar la vida con respecto al tiempo, velocidad, experiencia, capacidad de observación y aprendizaje es la del periodista italiano Tiziano Terzani como corresponsal en Asia, quien en su libro titulado Um adivinho me disse (Un adivino me dijo) invita a la reflexión. Alertado por un adivino en Hong Kong, para que en 1993 no viajara en avión, por los riesgos que podía correr, decidió utilizar otros medios de transporte, como tren, barco, autobús, coche, bicicleta y unos días para caminar.

Describe: "Cuando alguien finge por algún tiempo ser ciego, descubre que, para compensar la falta de visión, se afinan todos los demás sentidos. La renuncia al avión tiene un efecto similar: el tren, con sus comodidades de tiempo y descomodidades de espacio, revive la curiosidad inusitada por individuos, refina la atención por lo que fluye fuera de la ventana. En los aviones, pronto se aprende a no mirar ni escuchar. La gente que se encuentra es siempre la misma y las conversaciones que surgen son predecibles. Es decir, siendo un gran reductor de distancia, acaba siendo un reductor de todo. Incluyendo la comprensión del mundo".

Llega a la conclusión de que "todo es tan fácil hoy que no se siente más placer por nada. La comprensión de algo es una alegría, pero solo si se realiza un esfuerzo".

Por último, el deseo es que estas provocaciones hagan reflexionar al lector sobre su vida en el pleno sentido y de acuerdo al momento que vive, de manera más objetiva, al tomar posesión de sus sueños, aspiraciones y proyectos de vida. Haciendo cada vez menos sobre la base del "otro".

Después de todo, al vivir más tiempo, tendremos que reinventarnos con más frecuencia. Y este es un nuevo desafío que hace la vida más digna e interesante.

* Fundador y presidente de Höft Consultoría Societaria, en Brasil; integrante de The Family Business Consulting Group International (FBCGi), en América Latina, y Family Business Network (FBN).

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